Los dirigentes del peronismo bonaerense, el kirchnerismo y aquellos que se enrolan en una especie de calle del centro político, como los gobernadores que integran Provincias Unidas, quedaron paralizados, perplejos y debieron leer más de una vez los posteos de Scott Benson, secretario del Tesoro estadounidense, manifestando un menú amplio de apoyo financiero con dólares crocantes y sonantes para la administración de Javier Milei que atravesó los peores días de su gestión desde que perdió, de manera contundente, las elecciones legislativas bonaerenses ante los candidatos del gobernador, Axel Kicillof, el pasado 7 de septiembre.
El apoyo inédito de un gobierno norteamericano a su par argentino sellando una unión que debería ser calificada de forma más explícita que la que rigió durante los años de Carlos Menem y de George Bush (p), sintetizada en la fórmula «relaciones carnales», es un golpe formidable a las expectativas del peronismo para regresar al poder más pronto que tarde.
Si bien la decisión la tendrán los ciudadanos argentinos a fines de octubre, los anuncios que llegan desde Washington y Nueva York, significan un shock vitamínico decisivo para los libertarios que deberán convencer al electorado que realmente comienza «una nueva era» en el país, según expresó el ministro de economía, Luis Caputo.
Precisamente, Luis Caputo, fue una pieza fundamental de estos acuerdos que calmaron y bajaron la fiebre en el mercado local cuyos actores principales solo pensaban en desarmar inversiones y buscar refugio ante las pérdidas registradas en pocos días.
Y, el ministro de Milei, fue importante en las negociaciones porque entabló un buen diálogo con gente que Donald Trump escucha muy atentamente.
El rol de Rob Citrone
Uno de ellos es Rob Citrone. Un millonario estadounidense, inversor y fundador de Discovery Capital Management que estuvo en Buenos Aires, en febrero pasado, cuando acompañó en algunas reuniones que mantuvo Scott Bessent en su visita al país. Citrone es parte fundamental del movimiento MAGA (Make American Great Again) que sustenta a la administración de Donald Trump y ve en la Argentina una oportunidad única para invertir.
Citrone, una figura clave de Wall Street, fue un protegido del mítico inversor Julian Robertson, creador de uno de los fondos de cobertura más exitoso del siglo XX, nunca ocultó su entusiasmo por el rumbo económico que tomó la Argentina bajo la presidencia de Milei y se sorprendió por el apoyo de la población al libertario en las elecciones del año 2023.
Citrone sugirió a Donald Trump, «La próxima década será la década de América Latina y Argentina liderará ese proceso». En declaraciones a Bloomberg, afirmaba, «Milei es un ejemplo muy importante para Latinoamérica, pero más que eso, es importante para el mundo y para Estados Unidos. Por eso debemos hacer todo lo posible para ayudar a Argentina», agregaba sin vueltas.
El asesor de Citrone es un experto en Argentina, Matt Dellorfano, y tiene buen diálogo con el equipo económico de Luis Caputo y fue otro de los actores principales del lado estadounidense que permitieron vencer ciertas resistencias dentro del gobierno republicano de Trump como las postuladas por el titular del Departamento de Estado, Marco Rubio.
La oposición quedó sorprendida
Mientras que Javier Milei se aprestaba a entrevistarse con Donald Trump, Axel Kicillof, enseñaba a la población a votar con la boleta única de papel, un avance para la ciudadanía, calificada como «un capricho de Milei» por el gobernador bonaerense. Desde entonces, no se conocen definiciones claras del principal candidato opositor a la gestión libertaria.
Sin embargo, se esperan sus opiniones acerca de los acuerdos de la Argentina con Estados Unidos, en suelo estadounidense porque Kicillof se encuentra en Nueva York para participar de un acto en memoria del expresidente uruguayo y figura fundacional del Consenso de San Pablo, Pepe Mujica.
El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, viajó a Nueva York para participar de un homenaje que se realizará este miércoles al expresidente de Uruguay, José «Pepe» Mujica en el marco del evento «Democracia Siempre», que organiza el Congreso Panamericano, la Universidad de Nueva York, el Foro de la Iniciativa Mujica y el Remarque Institute.
Entre los asistentes confirmados figuran la exvicepresidenta de Uruguay Lucía Topolansky, el presidente uruguayo Yamandú Orsi, y los mandatarios Pedro Sánchez (España), Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil), Gabriel Boric (Chile) y Gustavo Petro (Colombia).
Reacciones en el peronismo
El kirchnerismo parece haber quedado más fuera de lugar que el axelismo. La técnica bolchevique de «Cuanto peor, mejor», adoptada por Cristina Fernández de Kirchner desde su reclusión domiciliaria, no parece tener posibilidad de cristalizarse. Su frase vaticinando, entre jocosa e irónicamente, «hay olor a default», parece haberse esfumado con los pactos alcanzados entre Milei y Trump.
El candidato de consenso bonaerense dentro de la interna peronista, Jorge Taiana, reaccionó pidiendo a los integrantes del Congreso nacional que «sean muy severos» con las condiciones de pago del crédito ofrecido por los estadounidenses. En obvia referencia a la ley Guzmán.
La ley de fortalecimiento de sostenibilidad de la deuda pública, impulsada por el ex ministro de economía de Alberto Fernández, Martín Guzmán, dispuso en su artículo 1º que la Ley de Presupuesto debe prever un «porcentaje máximo para la emisión de títulos públicos en moneda extranjera y bajo legislación y jurisdicción extranjeras respecto del monto total de las emisiones de títulos públicos autorizadas para ese ejercicio», y que para superar ese porcentaje máximo se requiere autorización del Congreso.
Además, en el artículo 2º dispuso que «todo programa de financiamiento u operación de crédito público» acordado con el FMI, así como también «cualquier ampliación de los montos de esos programas u operaciones», requieren aprobación del Parlamento. Con respecto al último acuerdo con el FMI, el gobierno de Milei, incluyó la cuestión para su análisis, en el proyecto de presupuesto para el próximo año que deberá ser debatido en el Congreso.
Itaí Hagman, otro candidato del peronismo porteño, prefirió hablar de soberanía nacional y se preguntó «¿Qué margen tiene Milei para tener, en el futuro, un posicionamiento internacional diferente en cualquier tema de lo que diga Estados Unidos? A partir de ahora nos gobierna Donald Trump», y lanzó «El 26 de octubre votamos si tenemos o no tenemos patria».
Hagman parece olvidar lo señalado por iProfesional en una reciente nota, donde queda en blanco sobre negro que la propuesta del peronismo bonaerense de más soberanía pasa por un acuerdo de gobernabilidad con la China de Xi Jinping, adversario directo de los Estados Unidos de Donald Trump.
Estas confusas reacciones sólo pueden ser eclipsadas por las de los gobernadores peronistas y los políticos que integran Provincias Unidas que intentan recrear una opción de centro político asfixiada por la brecha inaugurada por el kirchnerismo y continuada por el mileismo.
Sin embargo, los mandatarios provinciales, con enormes responsabilidades para atender en sus territorios, no se lanzarán a realizar declaraciones inoportunas y su juego político se manifestará en los votos de los legisladores que les responden sin dudar y que votarán de acuerdo a los intereses de la coyuntura económica.