La ilusión, cuando se trata del Córdoba CF, no entiende de termómetros. Eso es algo que ha quedado más que claro. Y este miércoles, pese a que el calor fue un invitado incómodo desde bien temprano, la Ciudad Deportiva volvió a teñirse de blanquiverde para acoger la primera -y única- sesión de entrenamiento a puerta abierta en este arranque de pretemporada. Que fue mucho más que un simple entreno: una cita esperada, una mañana para volver a ver a los suyos, para oler a césped y hablar de fútbol con el que tienes al lado, como quien regresa a casa tras unas largas vacaciones…
Desde antes de la hora fijada para el comienzo de las prácticas ya había público apostado en las gradas del campo grande situado en las instalaciones del Camino Carbonell. Primero, una decena; después pasaron a ser dos, para convertirse en más de un centenar cuando los protagonistas llegaron a escena. Un número meritorio, no cabe duda, tanto por el contexto estival como por la difícil climatología que habitualmente acompaña cada año por estas fechas. Pero en los asientos cementados había de todo. Valientes que se atrevían a venir en solitario, familias enteras, parejas, padres e hijos o abuelos y nietos. Y entre ellos, los pequeños, comentaban todo: «Hoy no me voy sin la firma de Sergi Guardiola», soltaba ilusionado un chaval de no más de 10 años mientras se peleaba con la gorra para combatir el sol.
Los remedios contra el sol
Hubo quien vino prevenido. Sombrillas de playa, abanicos, botellas congeladas y viseras improvisadas como sombra portátil. Porque el sol, aunque temprano, caía sin piedad. Las conversaciones eran las de siempre: «¿Qué te ha parecido Kevin Medina?», «Dicen que falta un delantero», «A ver cuándo es el primer amistoso»… y así, entre nombre y nombre, se construía también la nueva temporada en la grada.
En el césped, todos menos tres. No estuvieron Albarrán ni Mendes, ambos ausentes por motivos personales. Tampoco Jude Soonsup-Bell, cuya situación está más fuera que dentro del club. Según el Córdoba CF, sigue de «vacaciones», mientras su futuro se decide. Entre los presentes, sí sorprendió el buen recibimiento que tuvo George Andrews, delantero llegado del Atlético Baleares con ficha del filial. Aclamado y solicitado en fotos, dejó claro que la afición lo considera uno más desde primera hora.
Algunos aficionados optaron por traer sombrillas de playa para luchar contra el calor. / VÍCTOR CASTRO
Iván Ania, ovacionado también al inicio de la sesión, dirigió la práctica junto a su cuerpo técnico, sobre todo en el último tramo, algo más tactico. No fue un día de grandes exigencias, pero sí de sensaciones. Y la sensación general era la de un grupo que vuelve enchufado, con muchas ganas de agradar desde el primer día. Se trabajó con balón, se trotó, se ensayaron remates y hasta hubo tiempo para alguna sonrisa cómplice tras errores inocentes. Los fichajes, observados con lupa desde la grada, a su vez dejaron buenas impresiones en esta primera toma de contacto.
Tras más de hora y media, llegó el momento favorito para muchos: el post. La ronda de firmas, los selfies, los abrazos… No estuvieron Monterrubio, Juanito ni Raúl Cámara, previsiblemente sin demasiado respiro al frente de la comisión deportiva blanquiverde, en la que se sigue trabajando para potenciar la plantilla -justo este martes se perfiló el interés sobre la cesión Dani Requena, del Villareal-. Pero sí estaba lo más importante: la gente.
Vuelve el candado
Este jueves, el Córdoba CF volverá al trabajo en la misma Ciudad Deportiva, pero ya sin ojos más allá del verde. Las puertas se cierran de nuevo, aunque la unión sigue muy viva, como se evidenció este miércoles, en el que la despedida ya iba acompañada de algunas preguntas típicas como el «cuándo podremos volver a venir a veros» o «qué ganas de que llegue el partido contra el Real Betis», entre otras premisas. Ya rueda el balón.
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