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La inteligencia artificial, al descubierto: cómo detectar si un texto fue escrito por ChatGPT o Google Bard

La inteligencia artificial es sin duda una de las revoluciones tecnológicas más disruptivas de las últimas décadas. Impulsado por Chat GPT, el chatbot desarrollado por Open AI que emite respuestas con coherencia y precisión, el furor por la IA marca tendencia en internet.

Como modelo de lenguaje basado en GPT-3.5, esta inteligencia artificial generativa fue entrenada en una amplia variedad de datos y diseñada para responder significativas cantidades de preguntas y resolver casi todo tipo de consultas.

Si bien muchos admiran su avanzado funcionamiento, como la capacidad de generar información útil y respuestas coherentes, otros se muestran más recelosos sobre las consecuencias negativas que esta herramienta puede traer aparejadas. Es el caso, por ejemplo, del sector educativo.

ChatGPT asoma como una herramienta muy útil para el alumnado a la hora de cumplir con la tarea diario y los trabajos prácticos. Esto plantea a los profesores una problemática para discernir cuál es realmente el esfuerzo y aprendizaje de los estudiantes.

Otro caso donde puede aplicarse es en la redacción de artículos periodísticos o publicitarios en la red, resultando muy complejo que los lectores sepan si se trata de un texto redactado por un profesional fidedigno o por una inteligencia artificial.

Distinguirlos usando únicamente el criterio particular resulta cada vez más complejo. Por ejemplo, Chat GPT es tan sofisticado que su estilo de redacción es muy difícil de diferenciar respecto al de un humano. Utiliza expresiones y frases hechas, concuerda perfectamente los tiempos verbales, construye oraciones complejas y bien estructuradas e incluso cita fuentes informativas.

Cualquier error tipográfico puede confundirse con un error también frecuente a manos de un ser humano.

Por eso, la mejor opción para detectar un texto redactado por inteligencia artificial es precisamente recurrir a esta como aliada. A continuación, algunas herramientas:

Detect GPT

Las inteligencias artificiales para detectar textos creados por ChatGPT.

Las inteligencias artificiales para detectar textos creados por ChatGPT.
Dicen que si no podés con el enemigo, lo mejor es unirte a él. Por eso y para detectar textos intervenidos por Chat GPT existe su némesis: Detect GPT. Esta herramienta que utiliza la inteligencia artificial precisamente para detectar cuándo un texto ha sido redactado por una IA.

Aunque su sobrenombre hace referencia a GPT, la herramienta desarrollada por Open AI, lo cierto es que Detect GPT puede analizar textos ejecutados por cualquier sistema de inteligencia artificial generativa.

De forma similar a cómo se entrena a Chat GPT para generar el lenguaje, Detect GPT apela a logaritmos dentro de un modelo lingüístico para calcular el porcentaje de texto que fue realizado por una inteligencia artificial.

Se trata de una extensión gratuita disponible para Google Chrome que solo necesita ser descargada en tu navegador.

AI Detector es una de las herramientas más conocidas para descubrir si un texto fue elaborado o no por un ser humano.

AI Detector es una de las herramientas más conocidas para descubrir si un texto fue elaborado o no por un ser humano.
No precisa suscripción, ni registro de usuario ni tampoco ninguna cuota de pago. Una vez descargado, existen tres formas posibles para utilizarlo.

En primer lugar, accediendo a dicha extensión y copiando y pegando el texto que deberá ser interpelado por el software.

Otra alternativa es pasarlo a mano. El tercer uso que puedes darle es directamente desde un artículo web, seleccionando la pestaña de la extensión en Google Chrome y clickeando en el botón «refresh».

Una vez analizado el texto en cuestión, Detect GPR muestra dos porcentajes estimados, uno relativo a la probabilidad de que haya sido realizado por inteligencia artificial y otro por un humano.

GPTZero

GPTZero.

GPTZero.
Otro que puede detectar lo que fue generado a través de varios modelos de IA, como ChatGPT, GPT3, GPT4 y Google Bard, y además puede saber si el texto ha sido escrito únicamente por un humano o AI+ Human. 

Para comenzar a utilizar GPT Zero hay que ingresar el texto en su herramienta, hacer clic en «Acepto los términos del servicio» y luego tocar «Obtener resultados» y listo. Después de eso, solo habrá que esperar unos segundos para obtener el resultado final sobre el texto.

GPT Zero simplifica mucho la tarea de analizar  si el texto en cuestión tiene o no fragmentos creados por Chat GPT, entre otras. Para ello cuenta con una plantilla pre-construida para cada uno de estos modelos de IA y contenido escrito por humanos en la página de inicio de su sitio web para darle una idea de cómo funciona su herramienta.

«Su texto puede incluir partes escritas por IA» es lo que obtendrá si el usuario o alguien utilizó un extracto de contenido generado por IA y lo editó manualmente.

Originality.ai

Originality.ai.

Originality.ai.
Al igual que las anteriores, una herramienta innovadora diseñada para editores de contenido que buscan mantener contenido original, libre de IA y sin posibilidades de plagio. Se llama Originality AI.

Este sistema destaca su alta precisión en la detección de contenido plagiado y generado por IA, que ofrece hasta un 94 % de precisión, la más alta en comparación con el resto de las plataformas. 

Para comenzar a utilizarla habrá que crear una cuenta en el sitio de originality.ai y, como suele suceder en estos casos, aceptar los términos y condiciones. 

Originality.ai fue probada con diferentes tipos de texto, incluidos textos copiados y pegados, reformulados y contenido generado por máquinas.

A través de la inteligencia artificial (IA) logra escanear y analizar su contenido y compararlo con millones de otros documentos en Internet para identificar cualquier similitud de posible plagio y detectar si está alimentado por IA.

No obstante, Originality.ai aún no es 100% preciso, por lo tanto, es crucial probar la herramienta en numerosos escenarios para tener una idea primaria de qué esperar de ella.

También hay que tener en cuenta que no es gratuita: habrá que pagar un centavo de dólar por cada 100 palabras analizadas.

SL

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