Todos las ediciones de la selectividad cuentan con su polémico examen particular. En esta edición, parece que el de Matemáticas II, una materia que se imparte en el Bachillerato de Ciencias, va a ser el que se lleve el título. Numerosos alumnos y alumnas llevan desde este miércoles 5 quejándose del suyo en la EvAU de Madrid y en la EBAU de La Rioja. De ambos han salido personas llorando. Ahora, 13.000 estudiantes madrileños han pedido que se impugne.
Por medio de una petición en Change.org, un aspirante asegura que no pueden permitir que les «arrebaten» su futuro «con la clara intención de bajar las notas de corte debido al cambio [en la selectividad] que se producirá el año que viene». «Es fundamental impugnar este examen para asegurar una evaluación justa y equitativa para todos los estudiantes», asegura. En el momento de la publicación de esta noticia lleva más de 13.000 firmas.
«El examen ha sido catastrófico, cada vez que levantaba la mirada veía a todos mis compañeros abatidos, con lágrimas en los ojos. Ya ni sabía que estaba haciendo, si un examen de matemáticas o firmando mi testamento», respondía una estudiante. «Aunque considero que mi examen ha sido todo un éxito, entiendo que a la mayoría de personas le ha resultado excesivamente complicado en comparación con cómo estaba planeado y expuesto cuando se les hizo llegar a los alumnos de Madrid. Por ello, y por mera empatía, creo que dicho examen debería impugnarse», respondía otro.
Con todo, el profesor de Matemáticas Pablo Triviño, con más de 36 años de experiencia en la docencia, explicaba a El Periódico de España, del grupo Prensa Ibérica, que, si bien el examen ha sido más complicado que otros años, no habría nada impugnable al no haber «errores de enunciados ni ningún contenido no recogido en el decreto de Currículo de Madrid». En su opinión, lo que hizo diferente esta prueba es que requería relacionar y comprender conocimientos adquiridos a lo largo de los años. No bastaba con repetir ejercicios de 2º de Bachillerato para la preparación de la EvAU, ni memorizarse fórmulas.
Y esa es precisamente la línea que seguirá la selectividad a partir del año que viene, cuando se implante el nuevo modelo de prueba en el que habrá más preguntas que obliguen a razonar y menos memorización.
Una única prueba de selectividad en España
También hay varias peticiones para conseguir un único modelo de selectividad en todas las comunidades autónomas. Consideran que así todos los y las estudiantes juegan con las mismas cartas en la selectividad, una prueba en que cada décima cuenta para acceder a ciertas carreras y universidades, ya que la elección se realiza por distrito único nacional.
PP y Vox llevan años reclamando esto. Hace solo cuatro días, el líder popular, Alberto Núñez Feijóo, explicaba que las autonomías de su partido firmarían el próximo 9 de junio un acuerdo para implementar una EvAU única en criterios y contenidos para todos sus territorios desde el próximo curso. Se celebraría el mismo día, tendría carácter “homogéneo” y, de momento, quedarían excluidas las comunidades donde mandan los socialistas, además de Cataluña y el País Vasco.
El Senado también aprobó este miércoles una moción, presentada por el PP, para instar al Gobierno a implantar una prueba común de evaluación del bachillerato y acceso a la universidad (EBAU) en coordinación con las comunidades autónomas.
Con todo, expertos recuerdan que, por bien que les pueda sonar la idea a muchísimas familias, la realidad es más complicada. Las competencias en educación están transferidas a las comunidades autónomas, y es el Estado el que establece el 60% de los currículos de Bachillerato, mientras que a las autonomías les corresponde el 40% restante; el 50% para los territorios con lengua cooficial. Por tanto, al no existir un Bachillerato único, es muy difícil que pueda haber una selectividad única.