Estaba en un buque que transportaba autos. Creen que frustraron una operación mayor o que hubo una «mexicaneada».
La inspección fue sorpresiva. Agentes de la Dirección General de Aduanas (DGA) y de la Prefectura Naval Argentina (PNA) se presentaron en la Terminal Zárate y fueron por el buque «Grande Francia» cuando le faltaban pocos minutos para zarpar. La intuición no les falló: hallaron un bolso con un paquete de 1,161 kilo de cocaína. Con una particularidad: la droga tenía un GPS.
«Pareciera que frustramos algo«, dice un investigador que participó del procedimiento del viernes a la tarde. Es que la droga fue encontrada en uno de los 707 autos para exportación que se cargaron en Zárate y tenían como destino el puerto de Santos, en San Pablo, Brasil. Pero en otros dos Fiat Cronos se secuestraron seis bolsos vacíos idénticos al que guardaba el paquete secuestrado. Adentro había sogas.
Brasil no es un objetivo de los narcos. Pero sí los tres últimos destinos del buque: los puertos de Tenerife (España), Hamburgo (Alemania) y Amberes (Bélgica). «Lo que creemos, en base a antecedentes en Zárate, y de la compañía de logística que operaba, es que desde un bote habían empezado a ‘contaminar’ el buque y justo llegamos y los sorprendimos», cuenta el detective. Las sogas secuestradas en los bolsos servirían para esa modalidad.
En el buque también había 233 contenedores. La hipótesis es que, luego de zarpar, y antes de llegar a Santos (donde se bajarían los autos), alguien de la tripulación se encargaría de pasar la cocaína a alguno de los contenedores. «Nosotros siempre sospechamos de la tripulación», agrega otro investigador consultado por este diario.
La investigación quedó a cargo de la Dirección de Inteligencia Criminal e Investigaciones de la PNA. E interviene el Juzgado Federal de Primera Instancia de Campana, a cargo de Elpidio Portocarrero Tezanos Pinto.
Una de las medidas ordenadas por la Justicia fue el levantamiento de huellas de los vehículos y la identificación de los 28 tripulantes, con toma de huellas dactilares y fotografías. Además se analizará el registro de cámaras y el listado del personal operario del puerto, y los peritos de Prefectura investigarán el GPS para comenzar a revelar lo que hasta ahora parece un misterio. El buque había partido desde Montevideo, Uruguay.
Si bien la hipótesis principal es que una banda, en complicidad con una parte de la tripulación, tenía como objetivo llenar los bolsos con cocaína, también se analiza una posible «mexicaneada». Es que la presencia del GPS en el único kilo de cocaína hace que el misterio sea mayor: ¿alguien descubrió la cocaína y sacó los paquetes salvo el que llevaba el GPS para que su dueño no se entere del robo?
Se calcula que el buque llegará a Tenerife el 21 de agosto; a Amberes el 28 y a Hamburgo el 31. Son puertos denominados «calientes», ya que cada kilo de cocaína, que los narcos obtienen en Sudamérica por menos de 5 mil dólares, en España cotizan cerca de 25 mil euros y el precio aumenta en otros países del continente. Los contenedores que partieron de Zárate (fueron requisados con resultado negativo) y lleguen a Europa serán sometidos a nuevos controles.
El puerto de Zárate es a su vez uno de los más «calientes» del país. Al menos desde los antecedentes de los últimos meses. En mayo de 2022, por ejemplo, se detectaron 78 kilos ocultos en un contenedor de semillas de chía. Y en Tenerife aparecieron 165 kilos que habían partido desde Zárate. Un mes antes se descubrieron otros 71 kilos en un motorhome que tenía como destino el puerto de Barcelona. A principios de este año se secuestraron 56 más. Estaban en un camión de bomberos.
AS