La escasez de agua afecta a los cultivos en una región clave para la agricultura argentina. El cambio climático altera los patrones meteorológicos, los pronósticos siguen inciertos y los agricultores enfrentan decisiones difíciles.
15 de octubre 2023, 20:01hs
En el norte de la provincia de Buenos Aires y el sur de Santa Fe, donde la agricultura es una parte fundamental de la economía local, los productores enfrentan un desafío cada vez mayor debido a la falta de lluvias esperadas. Leandro Vatti, ingeniero agrónomo que trabaja en esa región, expresó su preocupación por la situación actual de los cultivos.
“En términos generales, los cultivos de invierno, como el trigo y la arveja, se encuentran en buen estado gracias a las lluvias durante la siembra. No obstante, el desafío recae en los cultivos de maíz, que no han recibido la humedad necesaria en el suelo”, advirtió Vatti.
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“Se sembró el trigo con buenas lluvias, pero a medida que pasaron los días, en todo septiembre la zona norte apenas recibió 25 milímetros de lluvia. Esta cantidad es insuficiente ya que no hay suficiente humedad en el suelo para sostener los cultivos. Estamos en una situación de espera preocupante”, alertó.
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Suscribite acáLos pronósticos meteorológicos fueron inconsistentes y poco confiables, dificultando la toma de decisiones informadas por parte de los agricultores. Esto llevó a algunos de ellos a apostar por la siembra de maíz en la costa del Paraná, bajo la expectativa de un fenómeno de El Niño. Sin embargo, la ausencia de humedad en el suelo dejó a estos cultivos en una situación complicada, según explicó Vatti.
La falta de lluvias amenaza los rindes pero se mantiene la esperanza
El cambio climático complicó aún más la situación. “La gente cree que estamos en un año récord de cosecha debido a los pronósticos, pero las lluvias no llegan. Algunos agricultores se han visto obligados a vender activos para cumplir con sus obligaciones financieras por el impacto de la sequía de las campañas anteriores”, destacó Vatti.
“Hoy en día es necesario ejercer cierta prudencia al realizar pronósticos sobre la producción en el norte de la provincia de Buenos Aires y sur de Santa Fe. Esto se definirá mes a mes, ya que los productores simplemente hacen lo que saben hacer: sembrar, pero con el clima todo es incierto”, afirmó.
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La situación de los agricultores en el norte de Buenos Aires y el sur de Santa Fe refleja un desafío global: cómo adaptarse a un clima cambiante y pronósticos impredecibles a medida que el mundo enfrenta el cambio climático.
La incertidumbre prevalece en una región donde la agricultura es una parte esencial de la vida. “Hoy en día, estos temas no se discuten lo suficiente en los medios de comunicación ni en el ministerio de Agricultura. La gente necesita entender que el cambio climático está teniendo un impacto real en nuestras vidas y en la agricultura”, concluyó Vatti.