En los últimos tiempos, el laurel ha trascendido su lugar como condimento en la cocina para pasar a ser un potente aliado en la salud y el bienestar. Gracias a esta planta, que ha sido reconocida no solo por su aroma y sabor distintivos, sino por su aplicación durante siglos en diversas culturas por sus propiedades medicinales sirve para mucho más que para aderezar guisos y sopas: a día de hoy el laurel está ganando cada vez más popularidad como remedio natural contra varias dolencias que van desde los problemas digestivos hasta las afecciones respiratorias y cutáneas.
Con un origen claramente Mediterráneo, el laurel es una planta perenne que es conocida por tener unas hojas brillantes y ovaladas que desprenden un característico olor. A lo largo de la historia de la humanidad, el laurel también ha sido utilizado como un ingrediente en preparaciones medicinales para tratar distintas dolencias gracias a sus propiedades expectorantes, antiinflamatorias y antioxidantes que hacen de él un valioso recurso contra distintas enfermedades comunes.
Trastornos del sueño y estrés
Entre las aplicaciones más populares del laurel está su capacidad para inducir a la relajación y mejorar la calidad del sueño: colocando una hoja de laurel bajo la almohada no solo podemos relajarnos más reduciendo el estrés y la ansiedad, sino que también facilitamos el descanso nocturno.
Problemas respiratorios
Colocando laurel cerca de nosotros cuando nos vamos a dormir aumentamos su capacidad para inducir a la relajación y también para mejorar la calidad del sueño: así, con una hoja de laurel bajo la almohada, podemos ayudar a reducir la ansiedad y el estrés y a facilitar el descanso nocturno.
Dolores musculares y articulares
Tampoco debemos pasar por alto las propiedades antiinflamatorias del laurel, que lo convierten en un buen remedio para aliviar dolores musculares y articulares, así como la artirtis. Para ello, lo ideal es masajear la zona afectada con aceite de laurel, aunque poner una hoja debajo de la almohada también puede ayudar a la relajación