Así lo sostuvo Marcelo Álvarez, coordinador del Comité Solar de la Cámara Argentina de Energía Renovables (Cader) y secretario del Gobal Solar Council (GSC).
En declaraciones a Télam, Álvarez inscribió la situación del país en lo que pasa a escala mundial, según lo señalado por la Agencia Internacional de Energía: se está haciendo más de lo que se venía haciendo en materia de energías renovables, pero esa mejora aún es insuficiente para alcanzar el objetivo de «emisión cero» para el 2050.
«Más de la mitad de las reducciones de emisiones de dióxido de carbono (CO2) proviene de las energías renovables y una cuarta parte de las medidas de eficiencia energética», planteó.
Las dificultades de acceso al financiamiento internacional complican el desarrollo de una actividad capital intensiva como es la energía solar, en la que el 90% de la inversión corresponde a la etapa inicial del emprendimiento.
De todos modos, los inconvenientes financieros no impidieron que la actividad tuviera un impulso vertiginoso que puede comprobarse en los niveles de energía solar generada informados por la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa), que en 2011 reportaba 1,8 Gwh, un desempeño que en 2022 se elevó a 2.928,2 Gwh, es decir un incremento del 162.677%, en un período en el que la demanda total de energía eléctrica aumentó 19,1%.
«La generación de energías renovables creció por un lado porque la ley lo facilitó y puso metas, pero por otro lado porque es negocio para quienes la compran», advirtió Álvarez y agregó que, por otro lado, quienes acceden a ella «en su inmensa mayoría no lo hace por el ambiente, sino porque le sale más barato».
Las dificultades de acceso al financiamiento internacional complican el desarrollo de una actividad capital intensiva como es la energía solar Al respecto, puso de relieve que el precio de los módulos solares «bajó un 90% en diez años», y que el sector busca que de ahora en más esa reducción sea acompañada por otros componentes, como los cables y las estructuras de soporte.
También destacó un tercer motivo: «hay un sector de la economía al que le sobran pesos, no sabe dónde invertirlos y una de las opciones legalmente permitidas es prepagar energía renovable o, para decirlo en lenguaje llano, salen a comprar los fierros para construir el parque solar lo más rápido posible como resguardo».
Pero ese crecimiento, a pesar lo que podría indicar el porcentaje señalado, apenas alcanza para abastecer el 2% de toda la demanda y es insuficiente si se quieren alcanzar las metas de descarbonización, de acuerdo con Álvarez, para quien «a pesar de que tenemos una ley que dice que en 2025 el 20% de la energía eléctrica tiene que ser renovable, no vamos a llegar».
Para el directivo de Cader, las dos razones por las que no se podría cumplir con ese objetivo son, por un lado, que no se cuenta con «la capacidad de transporte necesaria» y, por el otro, el financiamiento.
Además, señaló, «aunque nos encontráramos con un arcón lleno de dinero y todas las empresas necesarias, todo el proceso de licitación, adjudicación y construcción lleva dos o tres años».
Álvarez remarcó la importancia de contar con lo que denomina «hoja de ruta», ya que «el recurso condiciona, pero no determina», en referencia a que no necesariamente los países con mejores condiciones de radiación solar son los que dominan el mercado.
Al respecto, señaló que las regiones del planeta con mejores condiciones de radiación solar son, en la Argentina, Cuyo y el NOA; el norte de África, centro de Australia e Irak, pero el desarrollo energético se localiza en China, la Unión Europea y Estados Unidos.
El ese contexto, insistió en disponer de «una agenda propia» como paso previo a la búsqueda de financiamiento, más allá de los enunciados.
«Los recursos renovables son mucho más baratos que los fósiles que reemplaza, pero esta no es una discusión inocente: básicamente, los países centrales financian a los emergentes para que no hagan lo que ellos hicieron cuando se desarrollaron», argumentó, para preguntarse: «¿Cómo condicionan ese desarrollo? ¿Cuánto va en ingresos a tu país y cuanto en el mío?».
Para evitar esos condicionamientos, Álvarez sostuvo que es necesario «tener una agenda propia que genere empleo, baje emisiones, baje el costo y después vemos cómo nos la financian en función de tener ese plan».
La cantidad de empleo generado, aclaró, «va a depender del tamaño y las características del sistema», ya que «no es lo mismo una empresa que instala dos megavatios en una nave industrial que muchas empresitas poniendo paneles en los techos de los chalets».
«La estrategia tendría que ser una combinación de ambas: donde tenga buena radiación, piso barato no productivo para alimentos y buena conexión eléctrica, pongo un parque solar grande y, en paralelo, en todas las ciudades grandes, paneles en todos los techos que tenga disponibles», finalizó.