También destacaron la articulación público-privada llevada adelante para poder concretar en tiempo récord la megaobra de infraestructura.
En diálogo con Télam, el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de Rioja, dijo que «esta inauguración de hoy es tan importante como fuera a fines del Siglo XIX la aparición y el entramado de los ferrocarriles» ya que la megaobra permitirá una baja en el costo del gas para la industria, «lo que significa mayor competitividad».
«Este gasoducto era una asignatura pendiente pero además es un desafío mirando hacia adelante, porque es el punto de partida en materia de provisión gasífera desde Vaca Muerta, pero también en la transformación de gas para la petroquímica, para fertilizantes. Esto significa agregación de valor», agregó Funes de Rioja.
«Es una demostración de que cuando se quiere se puede, que verdaderamente el compromiso de las empresas que han participado desde la construcción hasta la provisión de los insumos, hasta el ensamblado y todos los jalones que significan esta verdadera maratón, testimonian que una obra de esta magnitud puede hacerse en Argentina», concluyó el titular de la UIA.
En la misma sintonía, el presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), Gustavo Weiss, dijo a Télam que “es una obra ejecutada en tiempo récord, ya que en condiciones normales no debería haber demorado menos de dos años y se hizo en 10 meses”.
“Es un gran éxito de las empresas constructoras que se hicieron cargo del proyecto, también de los proveedores, que entregaron los insumos en tiempo y forma. Por supuesto, también del Estado nacional, que cumplió los compromisos asumidos, pagó estrictamente en plazo y allanó todos las cuestiones”, agregó el dirigente empresario.
Weiss concluyó que “la obra es un éxito total y marca que cuando el Estado y los privados se proponen hacer algo, claramente lo consiguen”.
El primer tramo del GPNK fue inaugurado este domingo en la localidad bonaerense de Salliqueló en un acto encabezado por el presidente Alberto Fernández, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y el ministro de Economía y precandidato presidencial de Unión por la Patria (UxP), Sergio Massa.
La red de tubos tiene una extensión de 573 kilómetros que conectan Tratayen, en Neuquén, con Salliqueló, en Buenos Aires. A lo largo de su traza recorre distintas localidades de las provincias mencionadas, además de Río Negro y La Pampa.
En diálogo con Télam, Damián Mindlin, presidente de Sacde, una de las empresas que formó parte de la iniciativa, destacó que “es una obra trascendental, con un exitoso trabajo conjunto entre el Estado y el sector privado, que servirá de ejemplo para el desarrollo de futuros proyectos”.
“Junto con Techint utilizamos nueva tecnología por primera vez en el país y brindamos más de 30.000 horas de capacitación a trabajadores en oficios específicos. Todo ese conocimiento adquirido quedará para nuevas obras que serán tan importantes como este gasoducto», señaló el ejecutivo que estuvo presente en el acto realizado en Salliqueló.
Por su parte, el presidente de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Alfredo González, indicó que el ahorro de dólares que generará el GPNK “es un paso necesario para el fortalecimiento de las reservas del Banco Central y para poder utilizar las divisas para el sector productivo argentino que tanto lo necesita”.
González, en diálogo con Télam, dijo que esta obra “además significa que las pequeñas y medianas empresas proveedoras de servicios de Vaca Muerta y las demás provincias patagónicas tienen una oportunidad enorme para un crecimiento que se traduzca en desarrollo para toda la región”.
Otro representante del sector pyme, el presidente de la Confederación General Empresaria de la República Argentina (Cgera), Marcelo Fernández, señaló que “el gasoducto es muy importante no solamente para la producción nacional sino para poder exportar y generar divisas”.
Y agregó que “inaugurar este primer tramo y acelerar la construcción de la segunda etapa es fundamental para la economía y para las pymes, para ya no tener que importar más el gas”.
Por su parte, el presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA), Daniel Rosato, consideró que “el GPNK es fundamental y esencial para pensar en el crecimiento y el desarrollo industrial a futuro”.
“Esto no solamente va a ser una solución para la economía argentina por las exportaciones de gas, sino también para darle previsibilidad a las inversiones a futuro”, agregó Rosato.
“Al haber energía, Argentina se puede proyectar al desarrollo y crecimiento. Esta gran obra va a ser una solución a buena parte de los problemas que tiene el país. Le va a permitir ser más competitivo, tener industria y favorecer las inversiones para producir”, subrayó el empresario pyme bonaerense.
Desde el plano gremial, el tesorero de la Federación Argentina Sindical de Petróleo, Gas y Biocombustibles (FaSiPeGyBio), Gabriel Matarazzo, indicó que “con el Gasoducto dejaremos de importar energía y en un par de años, si se hacen las cosas bien, vamos a estar ingresando divisas por la exportación de gas licuado. La invasión de Rusia a Ucrania y la escasez de petróleo hace que todo el mundo haya puesto los ojos en nuestro país”.
La decisión del Gobierno es que la megaobra que se inauguró sea el puntapié inicial de un conjunto de proyectos de infraestructura que permitirán cambiar la matriz energética nacional, de manera de convertir al país en un actor de peso en el mapa exportador global.
En esa línea, el ministro Massa anunció hoy que en septiembre se concretará el llamado a licitación para llevar a cabo las obras de la segunda etapa del GPNK, que conectará la localidad bonaerense de Salliqueló con San Jerónimo, en Santa Fe, lo que permitirá en un futuro exportar gas a Brasil.