A través de una decisión administrativa, el Gobierno dispuso una modificación que aumenta las partidas presupuestarias en más de $235.000 millones. El impacto de la decisión y las posibilidades de cumplir con el Fondo.
01 de agosto 2023, 23:34hs
En la recta final hacia las PASO y tras alcanzar un entendimiento técnico con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que se acordó luego de tres meses de intensas negociaciones, Sergio Massa desafía una de las metas claves con el organismo: la del déficit fiscal. Este martes se oficializó una modificación de las cuentas presupuestarias que eleva el gasto y complica aún más el cumplimiento de los objetivos pautados con el Fondo.
A través de la Decisión Administrativa 631/2023, que se publicó este martes en el Boletín Oficial, el Gobierno dispuso una modificación presupuestaria que se traduce en un aumento del gasto por $235.113,7 millones, según cálculos de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP).
Esta es la octava modificación presupuestaria que aprueba el Gobierno en lo que va del año y, si bien se explica también en la necesidad de compensar la aceleración de los precios, se estima que la decisión incrementa el déficit financiero en $9509,3 millones,
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La adecuación presupuestaria, que lleva la firma del binomio presidencial de Unión por la Patria, Sergio Massa y Agustín Rossi, se argumentó en la decisión de “afrontar gastos impostergables para el normal funcionamiento” del sector público nacional. De acuerdo con la disposición oficial, la modificación de las cuentas del presupuesto contempla, un refuerzo de los créditos de gastos en personal, “con el fin de atender necesidades vigentes en materia salarial, de gastos de funcionamiento, equipamiento, así como de los créditos para pago de subsidios, compensaciones y transferencias varias”.
Además, especifica que esos créditos estarán destinados a empresas como el Correo Argentino, Energía Argentina S.A (Enarsa) y Trenes Argentinos. Además, según figura en los anexos de la disposición, se incrementaron partidas de transferencias a provincias y municipios para financiar gastos en distintos programas del Ministerio de Educación, refuerzos para la inversión en obras públicas y para afrontar el pago de salarios, entre otras cuestiones.
El análisis de ASAP especifica que a partir de la última readecuación los gastos corrientes aumentan en $101.876,2 millones y los gastos de capital en $133.237,5 millones. En tanto, el organismo advirtió que los incrementos fueron compensados con recortes como $298.824.907.782 menos que estaban destinados a becas, universidades nacionales e instituciones culturales dentro de la jurisdicción Obligaciones a Cargo del Tesoro.
Más tensión con el FMI
Con esta modificación el Gobierno suma tensión al cumplimiento de las pautas acordadas con el FMI, que de por sí ya parecen difíciles de cubrir. En el caso de la meta de déficit fiscal, para este año se mantuvo en 1,9% del PBI, pero para el primer semestre ya llegó al 1,1% y los especialistas alertan que el segundo semestre suele ser más exigente en materia fiscal.
El FMI reconoció que “el cumplimiento de la meta requiere un mayor endurecimiento de la política fiscal en el segundo semestre de este año respaldado por una serie de medidas acordadas de ingresos y gastos, protegiendo los programas sociales y de infraestructura prioritarios”. Y destacó que -por el lado de los gastos- el Gobierno aún debe “contener el crecimiento de la masa salarial, actualizar las tarifas de energía para reflejar mejor los cambios en los costos de producción, mejorando al mismo tiempo la progresividad del sistema, y fortalecer los controles de gasto a través de una asistencia social mejor focalizada y una mayor racionalización de las transferencias corrientes a las provincias y empresas estatales”.
Para no sobrepasar el objetivo trazado con el Fondo, Economía puso en marcha también una suba impositiva sobre el dólar solidario o ahorro y un ajuste sobre las importaciones de bienes y servicios de manera que se incremente la recaudación. El palacio de Hacienda estima que esas medidas sumen 0,8% del PBI.
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“Las reciente medidas del Gobierno incrementarían los ingresos fiscales en 0,4 puntos del PBI, y el resultado fiscal primario terminaría el año en niveles similares a los del año pasado (-2,4% del PBI). Este resultado es peor al acordado con el FMI (-1,9% del PBI), pero la diferencia estará explicada por la sequía. Si estos ingresos se recuperan el año entrante, se podría cumplir con la meta de -0,9% del PBI”, estimó la consultora Equilibra.
En relación con la modificación presupuestaria aprobada este martes, desde LCG estimaron que representa un 0,13% del PBI. “Es poco, pero igualmente tenes una meta de gasto apretada. Aunque el FMI ratificó su pauta en 1,9% del PBI, el segundo semestre suele ser exigido”, resumió el economista de la consultora, Matías De Luca.