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Cafiero: «Los Brics son una gran oportunidad para promover inversiones y exportaciones»


En los Brics «no está la arquitectura financiera global clásica», destacó Cafiero

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El canciller Santiago Cafiero consideró el ingreso de la Argentina a los Brics como «una gran oportunidad» para «promover inversiones y acrecentar exportaciones», así como la futura relación con el Nuevo Banco de Desarrollo de ese organismo, y calificó el rechazo que hicieron al acuerdo los candidatos presidenciales Javier Milei y Patricia Bullrich como «electoralista, ni siquiera ideológico».

Según explicó Cafiero, en los Brics «no está la arquitectura financiera global clásica», sino que tiene «instrumentos específicos» y remarcó que el foro de países de economías emergentes formado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica «representa un PBI global de más del 32%».

– ¿Qué significa para la Argentina su ingreso a los Brics?

– Es una gran oportunidad porque la Argentina tiene comercio con países de los Brics. El primer socio comercial de la Argentina es Brasil y el segundo es China, y hasta el año pasado el cuarto socio comercial era India. El primer destino exportador de Santa Fe es la India. Quiere decir que ya hay un vínculo comercial con esos países. Ahora se da un paso en la institucionalización de esa relación, ser parte de este mecanismo donde se debaten temas que a la Argentina le representan futuro. Estamos en distintos foros, en el G20, el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas. Argentina participa de este multilateralismo. Ahora aquí hay un foro específico donde se encuentran los países de economías emergentes y discuten sobre el desarrollo de sus economías, de sus posibilidades de desarrollo científico-tecnológico, sobre las brechas de desarrollo. Es interesante que la Argentina pueda participar, traer experiencias y promover inversiones, que estos países sean destino de exportación de la Argentina, hacerlos crecer en cantidad y diversificar las exportaciones, agregándole valor, que haya exportaciones también industriales, donde atrás esté el trabajo, el talento, el diseño argentino. Es participar, entre otras cosas, de un espacio que representa un PBI global de más del 32%, cuando el G7 representa el 30%, donde está Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia.

Foto Eliana Obregn

Foto: Eliana Obregón.
– El presidente Alberto Fernández trabajó desde hace mucho tiempo sobre esta posibilidad de ingreso. ¿Fue sorpresivo como se dio, sin su presencia, en la cumbre de Sudáfrica?

– Empezamos el trabajo diplomático a fines de 2021. Durante 2022 lo incorporamos a la agenda de lo que podemos denominar diplomacia presidencial, es decir, que en cada reunión bilateral que el presidente tenía con miembros de los Brics planteaba la vocación de la Argentina de sumarse. El año pasado la presidencia la tenía China, con lo cual iniciamos todo ese proceso. Entendíamos que era un mecanismo importante para que nuestro país tuviera una participación allí. Y por supuesto atado a las posibilidades de financiamiento del Nuevo Banco de Desarrollo de los Brics, que también tiene una lógica similar, donde no está la arquitectura financiera global clásica, el FMI o el Banco Mundial, sino que hay instrumentos específicos para las economías emergentes. Por eso es importante que nuestro país continúe en ese camino. Lo que sucedió con China el año pasado y ahora es que todavía no estaba dispuesta la agenda, que como es de consenso no estaban todos los países de acuerdo en hacer las incorporaciones inmediatamente. Al no tener la certeza, a pesar de que ya tenía el visto bueno de los cinco países de que se iban a tratar los nuevos ingresos en esta reunión de Sudáfrica, informamos a las autoridades que íbamos a participar de modo virtual. Se precipitó en una reunión de presidentes y los cinco tomaron la decisión el miércoles de avanzar en los nuevos ingresos de los países que ya tenían consenso a participar como miembros plenos. Eso es lo que la Argentina logró.

– Más allá de que se ingresa en 2024 ¿en este lapso se puede pedir algún adelanto al Nuevo Banco de Desarrollo de los Brics que preside Dilma Rousseff?

– Son dos esferas separadas, dos caminos distintos a la hora de adherir a los Brics, en los términos que hemos lograrlo hacerlo esta semana y el más administrativo, que tiene que ver con ingresar como accionista al Nuevo Banco de Desarrollo y de ese modo también ser parte de la cartera de préstamos. Se está trabajando en paralelo, sobre todo en el Ministerio de Economía. Se avanzó en la incorporación a los Brics y eso va ayudar muchísimo a que terminemos de ser parte del Nuevo Banco de Desarrollo.

Foto Eliana Obregn

Foto: Eliana Obregón.
– En el Consejo de las Américas, tanto Javier Milei como Patricia Bullrich desestimaron el ingreso a los Brics en caso de que cualquiera de ellos fuera presidente. ¿Es una postura electoralista, ideológica o qué fundamentos tiene?

– Pienso que es electoralista, ni siquiera es ideológica. Porque, por ejemplo, la política de género que tiene la Argentina, de diversidad, no es compartida por otros países de los Brics. El multilateralismo, de cómo los países tienen que llegar al diálogo y tener espacios de intercambio donde se digan las cosas, es una construcción que viene de la Segunda Guerra Mundial. El mundo decidió que los mecanismos de seguridad internacionales, de paz, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, y los distintos mecanismos de entendimiento, se dé en ámbitos donde se sientan los países con sus diversidades. 

El multilateralismo, de cómo los países tienen que llegar al diálogo y tener espacios de intercambio donde se digan las cosas, es una construcción que viene de la Segunda Guerra Mundial Hay muchos países que no tienen el DNI no binario como tiene la Argentina, o promueven políticas de diversidad, como Arabia Saudita o Emiratos Árabes Unidos; y sin embargo participan de los Brics igual que nosotros. O del G20, por ejemplo. Lo mismo sucede en la Asamblea de Naciones Unidas, donde participan países inclusive con los que la Argentina ha decidido ni siquiera tener relaciones diplomáticas. Pero Argentina no se va por eso, no deja la silla vacante. Acá hay una gran oportunidad para el país y nos tiene que llevar a hablar con sinceridad. Las relaciones exteriores tienen una cuota de principismo, sí, pero también tiene una cuota de pragmatismo, y tenemos que poder balancearlo. Nunca dejar de lado nuestros principios, pero también tener una cuota de pragmatismo en el sentido de que necesitamos desarrollar nuestra economía, abrir mercados, generar mayor poder adquisitivo en la riqueza de nuestro país, a través de mejorar los estándares de desarrollo humano de nuestra población. Avanzar en lo que tiene que ver con diversificar, incorporarle valor a las exportaciones argentinas con ciencia y tecnología que se desarrolla en el Conicet o en el todo el sistema científico-tecnológico. 

Las relaciones exteriores tienen una cuota de principismo, sí, pero también tiene una cuota de pragmatismo, y tenemos que poder balancearlo La Argentina tiene que desarrollar eso. Anclarse en una cuestión ideologizada no es hacer política exterior en ese sentido. Si fuera ideológico Rusia se hubiera opuesto a que la Argentina se integre a los Brics, y no sucedió, porque hay una mirada mucho más general de entender que hay foros y mecanismos que atienden temas distintos. Los Brics atienden temas de desarrollo. En el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas nosotros cuestionamos la acciones de Rusia sobre Ucrania. Con Irán, lo mismo. Argentina sigue sosteniendo su reclamo de justicia, el reclamo al gobierno iraní para que se avenga a sus autoridades y a quienes están señalados por la justicia argentina como parte de una instigación sobre el ataque terrorista contra la AMIA. La oposición hablaba de que esto es un nuevo alineamiento, porque cree que las relaciones exteriores se basan en eso. Eso es un error de concepto y de práctica, no es un error abstracto. Porque cuando diseñan la política exterior piensan que se tienen que alinear.

Foto Eliana Obregn

Foto: Eliana Obregón.
– Se trata de dos miradas distintas. ¿Quedará explicitado en la campaña electoral?

– La economía argentina necesita importar insumos para producir, muchos de China. Dicen ‘vamos romper las relaciones con China’ ¿De donde van a traer los insumos para que las fábricas que están en el conurbano bonaerense sigan dando trabajo a la gente?. Nadie explica eso. O dicen ‘no tenemos más relaciones con Brasil, con India o China’. ¿A quién le vende San Juan y Santa Fe, que tiene como principal destino exportador a la India. ¿A quién le vende Córdoba o Buenos Aires que tiene como principal país exportador a Brasil? ¿O Jujuy, que tiene como principal exportador a China? Es el tiempo de la repregunta, de que los candidatos cuenten un poco más que piensan hacer, no solo quedarse en lo conceptual. Lo conceptual y emocional ya pasó, fue parte del debate preliminar de las PASO. Ahora viene una etapa de profundizar la ideas y este debate, con los argumentos que tiene el Gobierno nacional y nuestro espacio son mucho más potentes que el del resto. Confío en eso.

«El ámbito para discutir» la arquitectura financiera global «es el G20», afirmó el canciller

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«El ámbito para discutir» la arquitectura financiera global «es el G20»

Cafiero sostuvo que el ámbito para discutir la arquitectura financiera global es el G20, que volverá a reunirse en Nueva Delhi, India, el 9 y 10 de setiembre, y celebró que el propio mandatario estadounidense Joseph Biden quiera debatirla, en sintonía con lo planteado por el presidente Alberto Fernández, ya que «potencia lo que la Argentina planteará» en ese foro.

– Biden habla de cambiar o debatir la arquitectura financiera global, en línea con lo que planteó Alberto Fernández varias veces ¿Cómo se puede avanzar en ese sentido?

– Tenemos que insistir en la reunión del G20, que es un mecanismo que se inició como un ámbito de intercambio donde no iban los presidentes. Eran un ámbito más vinculado a las finanzas internacionales. Después se incorporaron los presidentes. El ámbito para discutir eso a fondo va a ser el G20 en Nueva Delhi. El Presidente, muchas veces en soledad, planteó la necesidad de discutir una nueva arquitectura financiera global, apuntándole al FMI, que se creó para ser un prestamista en un momento de tensión por la crisis de la balanza de pago de los países, que venía a salvaguardar esa situación. Hoy está totalmente desvirtuado su objetivo. Eso fue producto de los acuerdos de Bretton Woods. Se diseñó esta estructura del multilateralismo financiero, que se fue derivando e hizo que haya sobrecargos, que son para pagarle los sueldos a la burocracia del FMI. Países como la Argentina paga sobrecargos. O Ucrania. Es decir, hay mucho para discutir. La agenda global se preocupa sobre cambio climático pero un país como Barbados, producto del cambio climático que no ha generado, para sobrecargos Y por otro lado, el cambio climático lo afecta en su economía diaria. Estas son las cuestiones que hay que debatir. Es muy importante que el presidente de Estados Unidos haya tenido estas declaraciones, porque potencia lo que la Argentina va a plantear en el G20 de la India: volver a reclamar, como lo hizo en 2021 en Italia y en 2022 en Indonesia, un nuevo orden desde el punto de vista de la agenda de financiamiento global, del financiamiento del cambio climático y fundamentalmente de lo que es la arquitectura financiera global. Hoy el FMI, lejos de ser una institución que ha venido a generar préstamos para salvar una situación determinada, se termina transformando en un cepo al desarrollo nacional.

– ¿Se puede avanzar en esto de eliminar o reducir las sobretasas que se le paga al FMI?

–  Vamos a seguir planteándolo, por supuesto.

– Porque en un momento era la pandemia, y ahora ya pasó. ¿El apoyo de Biden puede ser fundamental?

– Absolutamente. Y también la creación de fondos específicos. Y toda la emisión de Derechos Especiales de Giro que hizo el FMI también es parte de esa agenda. Hay mucho para avanzar y para plantear. Tenemos que hacer estos planteos a nivel global y regional, en un mundo atravesado por la pospandemia, la guerra y el cambio climático. Estas crisis suponen modificar actitudes y acciones, y buscar con creatividad mecanismos alternativos, para poder abordarlos. En países como los nuestros, que estamos ahora transitando una crisis cambiaria producto de la sequía, la guerra, la pandemia, el aumento de la energía y la inflación global, sumado a la inflación que ya teníamos, genera por supuesto una situación compleja. Una vez pasada esta situación absolutamente temporal, lo que la Argentina debe discutir es un modelo de desarrollo, cómo se va a vincular al mundo, como va a salir de este estrangulamiento externo que tenemos siempre. Salir de ahí implica traer dólares. ¿Cómo los traemos? ¿Con endeudamiento, como lo trajo (Mauricio) Macri, para alimentar la timba financiera? No sirvió, hubo fuga de capitales y se está investigando en la justicia. Nosotros decimos que tiene que ser a partir de mayor producción y exportación, agregándole valor. Los dólares se traen exportando más, no rifando la soberanía monetaria. No existe esa dolarización porque sí. No existe eso.

– Y luego, en la Asamblea de la ONU ¿Cuál será el planteo argentino este año?

– El G20 es un ámbito más económico-financiero. En la Asamblea de Naciones Unidas Argentina lo que hace es un planteo sobre la visión de este mundo multilateral, de cómo hay que definir, rediscutir, la agenda institucional del multilateralismo de los diferentes foros. De que en esos foros, esos ámbitos, cuando tienen decisiones, se cumplan. Ese tiempo de cuestiones está atravesada, por supuesto, por una crisis en la seguridad internacional, que tiene que ver con los conflictos bélicos.

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