Por primera vez desde las elecciones del domingo pasado, el dólar blue atravesó la barrera de los $ 1.000 y cerró este jueves a $ 980, veinte pesos abajo del día anterior. Con esto consolida la tendencia bajista que viene mostrando desde que se conoció la victoria electoral de Sergio Massa y así se aleja del pico de $ 1.200 que tocó hace una semana.
De esta manera también va reduciendo la brecha respecto al tipo de cambio oficial: del 214% a los que llegó el viernes pasado, ahora baja a 180%. Aunque la tendencia es positiva, da cuenta de que el mercado sigue apostando a que el futuro gobierno, sea quien sea, tendrá que devaluar.
El informal cruzó por primera vez la barrera de los $ 1.000 el 10 de octubre, cuando llegó a $ 1.010. El fin de semana extra largo sirvió para que no siguiera escalando y cuando se retomó la actividad, en los días previos a las elecciones, tuvo una baja artificial a $ 900. Esto sucedió porque el Gobierno mandó a la AFIP y a la Aduana a controlar las cuevas de la city, lo que dejó a los operadores sin precio. Pero el viernes de la semana pasada el blue escaló a $ 1.200.
En esta rueda, los dólares financieros también profundizaron la baja: el contado con liqui terminó en $ 872,7, una merma de 1,8% en el día, y el MEP cerró a $ 855,4.
Estas cotizaciones confirman que el mercado se aleja de los precios de dólar pánico que estuvo dispuesto a pagar cuando las encuestas marcaban que iba a ser Javier Milei quien emergiera como triunfador de los comicios. Esa hipótesis llevaba a los inversores a pensar que habría una devaluación marcada en el corto plazo y por esos estaban dispuestos a pagar altos precios por desprenderse de los pesos y pasarse a moneda dura.
Ahora, con la performance Masa y el reacomodamiento del líder de La Libertad Avanza, que para recomponer sus chances se acerca al centro y toma distancia de sus posiciones más controvertidas, los dólares alternativos se van desinflando.
Para el economista Salvador Di Stéfano, hay margen para que el contado con liqui siga bajando. «Hace unos días atrás estaba en $ 1.110, en estos días bajó a la zona de $ 900. Creemos que podría seguir bajando si los exportadores confían en el nuevo tipo de cambio«.
El analista hace referencia a la media que lanzó el lunes Sergio Massa que extendió a todas las exportaciones el tipo de cambio preferencial que había destinado a los sojeros y a otros productores a lo largo de este año.
Desde esta semana y hasta el 17 de noviembre, todas las exportaciones se podrán liquidar dentro de un combo que establece que el 70% de esas tenencias se hará a los $ 350 del dólar mayorista, y el otro 30% al dólar contado con liqui.
Con esto, Massa busca convencer a los exportadores de que aceleren las liquidaciones que venían retaceando en las últimas semanas a la espera de una posible devaluación del tipo de cambio oficial.
«En el corto plazo el dólar contado con liqui podría quedarse en torno de los niveles actuales, por el ingreso de dinero del 5G, el desembolso del FMI en noviembre y las liquidaciones de exportaciones», refuerza Di Stéfano.
Otro dato que confirma que el mercado ya no ve una devaluación en el cortísimo plazo, es el desplome del dólar futuro. El mercado espera ahora una devaluación «en cuotas» y los contratos que estaban pactados para enero y febrero de 2024 se hundieron más de 50%. Para diciembre, este jueves los contratos cerraron en $ 630, con $ 740 para enero y $ 840 para febrero.
Con este nuevo panorama, el Banco Central siguió comprando dólares y en esta rueda se llevó US$ 112 millones. Se trata de la quinta jornada consecutiva de compras, después de que en las tres primeras semanas de octubre tuviera que vender más de US$ 800 millones.
El cambio de tendencia obedece a que el Gobierno tiene frenadas las autorizaciones para que los importadores puedan comprar dólares, lo que deja al mercado sin demanda privada y le permite al Central llevarse todas las divisas.