Las largas filas frente a los surtidores de nafta de todo el país, la falta de gasoil en el interior que puede llegar a complicar no solo el transporte sino la siembra de los cultivos de verano como la soja y el maíz, son otra muestra de la crisis argentina.
Este grave cuadro de acuerdo a las petroleras se origina en el atraso de los precios locales con los internacionales, que ronda un 40%, y la falta de dólares en las reservas, que complica las importaciones.
Esa falta de dólares esta vez tuvo como víctima a la estatal YPF, que al ser la que lidera con más del 55% del mercado contagió su escasez al resto de las compañías que se vieron ante una demanda inusual.
YPF no pudo pagar cuatro barcos de combustibles que se quedaron esperando en el Río de la Plata a que se les abonara en dólares para descargar. También ordenó paradas técnicas a dos de sus refinadoras complicando el cuadro.
Economía les extendió finalmente los dólares y se desató una interna con la línea técnica de la compañía.
Lo cierto es que ante esa situación Sergio Massa lanzó una dura advertencia desde Tucumán y amenazó a las petroleras. Dijo que el abastecimiento de combustibles en las estaciones de servicios debe estar normalizado para la medianoche del martes o frenará exportaciones.
“Lo primero que quiero decir es que el sector petrolero argentino está batiendo los récords de producción. Estamos en el récord histórico de producción de petróleo. Lo segundo que les quiero contar es que en algún momento hubo algunos que especularon con que, según el resultado electoral, iba a haber una devaluación. y entonces, por ahí, guardaron”, señaló Massa.
Dando a entender lo que es un secreto a voces, es decir que hay un problema de precios cuando el crudo se arrima a los US$ 90 por barril a raíz del conflicto en Medio Oriente y en Argentina se reconoce US$ 56, Massa subrayó: “Hubo algunos otros que especularon con que vencía el acuerdo de congelamiento, venía un aumento del 20%, del 40%, y entonces guardaron”.
Es curioso pero el ministro candidato fue quien autorizó un aumento de alrededor de $ 8 por litro en cuanto se terminó de votar el último 22 de octubre.
Ayer recordó: “El sector petrolero argentino es uno de los que tiene mayor crecimiento de mercado global. Tienen tipo de cambio diferencial para liquidar; tienen reducción de impuestos para tener congelados los precios; tienen reducción de impuestos para importar; y claramente, además, hacen valer su potencia económica”. E insistió:“Para que quede claro: si el martes a las 12 de la noche no está resuelto el abastecimiento de combustibles, desde el miércoles no van a poder sacar un barco de exportación porque primero el petróleo de los argentinos es de los argentinos”, sostuvo Massa.
También se refirió a lo que le dio resultado en su estrategia electoral y señaló que “en un país donde el otro candidato niega el cambio climático y dice que el Estado no tiene que intervenir en los precios, los argentinos deben saber que el precio del litro de nafta sería de 680 pesos si no hubiera regulaciones. Para que quede claro, la discusión es si el 19 de noviembre cada argentino paga o no 680 pesos el litro de nafta o paga el valor de hoy, que se entienda”, marcó, en línea con lo que mostró en el último tramo de la campaña para la primera vuelta de las generales, cuando se encargó de exponer cuánto podría costar el boleto de colectivo o de tren si gana Milei y elimina los subsidios.
De paso, dio un guiño a las provincias del Norte y al campo en general antes de visitar un ingenio tucumano, al señalar que aumentará la mezcla con los biocombustibles que se elaboran a partir de la caña de azúcar, el maíz y la soja. El sábado, las empresas refinadoras de petróleo YPF, Raízen (licenciataria de la marca Shell), Trafigura (Puma) y y Axion dijeron que el abastecimiento de combustibles en el mercado interno se irá normalizando. Ayer no se notó.
En medio de esta crisis el Gobierno habría soltado dólares para pagar más barcos de importación.