Hay una pregunta que Norma Sánchez evita responder y se refiere a su edad. Esta científica experta en física cuántica, que investiga los agujeros negros, es una de las gurúes a las que suelen recurrir los cuerpos técnicos y algunos directivos de s unicornios argentinos. No son los únicos.
Norma nació en un hogar con madre educadora y astrónoma aficionada. Su padre perteneció a aquella generación de ingenieros químicos que , expertos en infraestructura, diseñaron y pusieron en marcha las destilerías de YPF.
“A mi casa venía la gente a resolver problemas”, cuenta con picardía esa tradición que conserva. Y ella ayuda a quienes están en el pozo a mirar a las estrellas. La consultan sus colegas, emprendedores y da charlas donde la convocan.
¿Por qué se fue a Francia?
Tras egresar de la facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de La Plata partió rauda a Francia en aquel violento 1975 cuando la Triple A asesinó al secretario académico de su propia facultad.
Un dibujo artístico de una serie de púlsares afectados por ondas gravitacionales producidas por un binario de un supermasivo agujero negro en una galaxia distante. Un nuevo avance en el estudio de las ondas gravitacionales confirmó la existencia de un fondo estocástico, lo que arroja luz sobre la formación y evolución de las galaxias y agujeros negros al comienzo del universo. A los emprendedores les explica el principio de incerteza tan unido a la física cuántica. También les habla de los agujeros negros que surgen cuando la energía de la estrellas ya se consumió y lo que queda es un resabio de aquella estrella frente a la gravitación. “Todo lo que entra en el agujero negro no puede escaparse hasta la luz es atrapada”, cuenta.
Con ese tono que caracteriza a los profesores apasionados, Norma explica que las estrellas nacen, viven y mueren en los agujeros negros. “Las estrellas están lejísimo, lo que vemos es la luz que emitieron hace miles o decenas de miles o millones de años”, amplía esta científica que ganó un lugar en la cima de la astrofísica y vive entre París y su natal Ensenada.
Pasa la vida estudiando la estructura de los agujeros negros y las galaxias. Diferencia entre la física clásica de Newton y Einstein que es “determinista y la cuántica, que lleva en si misma el principio de la incerteza”.
Albert Einstein y su segunda esposa, casó con su prima, Elsa Loewenthal.En Francia se desempeña en el Consejo Nacional de Investigación Científica, el prestigioso CNRS, y logró el Doctorado de Estado. En 1991, fundó la Escuela Internacional de Astrofísica Daniel Chalonge-Héctor de Vega, entre cuyos asociados hay cuatro premios Nobel de Física.
“ Me planteo problemas que están en la frontera del conocimiento. Para eso hay que salirse de la zona de confort, de los clubes y las comunidades, los lugares donde ya te conocen y saben qué hacés. Pero ir a competir afuera, salir de la súper especialización en una longitud de onda o un mecanismo, es difícil. Siempre me interesó la visión del todo. Es lo más exigente”.
Las discusiones con Stephen Hawking
Su tesis doctoral llegó a manos de Stephen Hawking. Y debatió en Cambridge, en el Reino Unido, con Hawking acerca de su tesis de que la “información” de un agujero negro se pierde totalmente cuando éste muere o se degrada.
“Usted está extrapolando desde la teoría cuántica, pero la teoría está incompleta… Cuando se complete, observará que la información no se pierde completamente”, le dijo. “Hawking tal vez enamorado de sus teorías como le pasa a tantos, pensaba que el final del agujero negro era una explosión que todo destruía”.
Ella insistió: “Lo que hace un agujero negro es ir achicándose y emitiendo calor y la temperatura es inversamente proporcional a la masa, con lo que cada vez se calienta más. El proceso se acelera, el agujero se achica y se calienta… pero no explota”.
Y así llegó a la fascinante conclusión acerca de que el agujero negro llega a “una masa límite, pequeña y crítica, cuando se transforma en una partícula compuesta, pesada en comparación a otras, y que sigue emitiendo pero no ya calor sino gravitones y radiación”. ¿Una metáfora sobre Argentina?
Stephen HawkingNorma define la física cuántica como uno de los grandes logros del intelecto. En base a esos conocimientos se trazan escenarios en algunas firmas high tech. Sánchez es parte de la Cooperación Franco-Argentina y tiene un equipo en el país de físicos del Conicet, educadores, cineastas y escritores.