Las lluvias escasas y las altas temperaturas generan preocupación en el campo. Los productores dudan si siembran o no, por la escasez de humedad en el suelo, y temen que un invierno cálido afecte el desarrollo de los cultivos.
05 de julio 2023, 10:46hs
La siembra de trigo en la región núcleo se enfrenta a un desafío preocupante debido a la falta de agua y las perspectivas de un invierno cálido.
Según un informe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) alrededor del 10% del área destinada a la siembra de trigo podría quedar fuera debido a la escasez de precipitaciones.
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El mapa de agua en el suelo revela un problema significativo en el oeste de la región, donde aproximadamente 100.000 hectáreas difícilmente puedan ser sembradas sin nuevas lluvias.
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Suscribite acáLa falta de humedad también afectó a áreas como Sancti Spiritu, al sur de Santa Fe, donde apenas se registraron 37 milímetros de lluvia en mayo y ninguna en junio. En el noroeste de Buenos Aires, la siembra está estancada en un 50% debido a la falta de humedad que dificulta la incorporación de nuevos lotes.
Resignar áreas de siembra
Sin embargo, no todas las noticias son negativas. En algunas zonas, como el centro-sur y sureste de Santa Fe, se han agregado algunos lotes a la siembra de trigo, y en el noreste bonaerense, el 95% del trigo ya ha sido implantado. A pesar de esto, en el sudeste de Córdoba se ha experimentado una reducción significativa del área sembrada en comparación con el año anterior.
Se estima que la superficie de trigo para la campaña 2023/24 en la región núcleo podría disminuir entre un 15% y un 23% en comparación con la temporada anterior. El mes de junio ha sido particularmente desafiante, con una disminución del 80% en las precipitaciones y temperaturas por encima de lo normal. Los pronósticos indican una baja probabilidad de lluvias en los próximos días, lo que complica aún más la situación.
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Los técnicos expresaron su preocupación por la escasa reserva hídrica y las altas temperaturas, que podrían afectar el rendimiento potencial del trigo si no se producen lluvias adecuadas a finales de agosto y principios de septiembre. La falta de frío también representa un riesgo para la formación de macollos y limita el potencial del cultivo.
Ante esta situación, los productores están tomando medidas preventivas y resignando áreas de siembra en la franja oeste de la región pampeana. La esperanza reside en la llegada de mejores condiciones climáticas que permitan retomar la siembra y aumentar el área destinada al trigo. Sin embargo, la incertidumbre persiste y el sector agrícola se mantiene a la espera de un cambio en el panorama climático.