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Daniel Osvaldo y sus demonios: la metamorfosis de un jugador «Clase A» que dejó todo por vivir como un Rolling Stone

El periodista no lo podía creer. Entró a un bar a encontrarse con un futbolista de tremenda carrera, léase Southampton, Juventus, Inter, Boca… y se encontró con una estrella de rock: «Sin mencionar que representó a la Azzurra en 14 ocasiones… ¿puedes adivinar quién es este parecido a Jack Sparrow?«, preguntaba asombrado en su artículo para el diario The Sun.

«No es otro que Dani Osvaldo, a quien Mauricio Pochettino trajo a nuestras costas en 2013 para los Saints en un acuerdo de 13 millones de pounds», cerraba el enigma el escriba que se encontraba en un bar de Miami con el argentino.

Corrían los primeros días de enero del 22 y en Inglaterra parecían anoticiarse de que Daniel Osvaldo había mutado en Dani Stone y había pegado un volantazo en su vida para dedicarse a la música y vivir like a Rolling Stone.

A esa altura, desde hacía un tiempo que el ex Boca no llegaba a los titulares por cuestiones que tenían que ver con la pelota: Osvaldo seguía haciendo ruido pero por su pelea con Guillermo Barros Schelotto que lo echó del vestuario de Boca por fumar en el baño, su relación tóxica con la mamá de su hijo, Jimena Barón y su historia con Giannina Maradona.

Provocador: Daniel OsvaldoProvocador: Daniel OsvaldoPor estos días Osvaldo volvió a ser noticia: cerca de fin de año blanqueó su noviazgo con la periodista Daniela Ballester y, por lo que se mostraba en las redes, parecía que había encontrado a la mujer ideal para estar a su lado. Pero la cosa volvió a terminar mal: apenas el 13 de marzo, Dani Stone publicó en su cuenta de Instagram un mensaje contundente: «Quiero aclarar que Daniela y yo no estamos más juntos. Fin del comunicado».

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El ex futbolista se filmó y contó entre lágrimas el angustiante momento que atraviesa.

Como todo en la vida de Dani Stone, la separación resultó traumática. La aparición de una chica que mostró unos chats subidos de tono con el ex futbolista empezó a hacer ruido en la pareja. Y, tras la separación, cuando los medios del corazón comenzaron a hablar de infidelidad, Osvaldo redobló la apuesta: «Tercera o tercero. Averigüen bien, chiquis».

Con la ruptura consumada, el siguiente mensaje de Osvaldo llegó de madrugada y mostró la verdadera cara de los demonios que lo persiguen: «Hace mucho tiempo vengo lidiando con una depresión muy grande que me hizo caer en adicciones al alcohol y las drogas. Lo quiero contar y compartir porque estoy en tratamiento psiquiátrico»

Daniel Osvaldo y Daniela Ballester se dedicaron tiernas palabras para el día de los enamorados.Daniel Osvaldo y Daniela Ballester se dedicaron tiernas palabras para el día de los enamorados.

Daniel Osvaldo, un jugador «Clase A» dominado por sus pasiones

«Lo único que no puede cambiar el hombre es de pasión». La repetida frase de Francella hasta el hartazgo calza perfecto en la vida de Pablo Daniel Osvaldo. Nació en Lanús, el 12 de enero de 1986, unos meses antes de que su ídolo, Diego Armando Maradona, surfeara lo más alto de la ola del fútbol mundial. Debutó con Huracán y el fútbol le salía por todos lados en las desparejas canchas de la primera Nacional: 8 goles en 36 partidos y se fue a Europa con pasaporte comunitario.

No podría decirse que Osvaldo deambuló por Europa. La verdad es que la rompía y los clubes pagaban fortunas por él. Pero también que no se asentó en ningún lado. Jugó en 9 clubes de las tres ligas top: Premier, Serie A y La Liga. Su paso por Europa sería rápido y furioso: casi un club por año: 9 en una década. En 2008, después de pasar por Chievo Verona, Atalanta, Fiorentina y Espanyol, Roma lo pagó 20 millones de euros. A esa altura, los italianos empezaban a conocer al chico nacido en el Sur del Gran Buenos Aires. A fines de 2017 aceptó la citación de la Azzurra y se agarró con los grupos derecha fascista que no querían la incorporación de «un latino».

A su juego lo llamaron: «Yo soy más italiano que todos los que me critican porque juego en la Selección de Italia», respondió: «Me siento italiano, jugó en el seleccionado Sub-21, crecí futbolísticamente en Italia y tengo hijo y esposa italianos», retrucó.

Osvaldo quería jugar en Argentina pero aceptó hacerlo por Italia.Osvaldo quería jugar en Argentina pero aceptó hacerlo por Italia.Metió casi un gol por partido en la Loba, 28 en 57 partidos y se fue al Southampton de Mauricio Pochettino por 15 millones. El Soton no lo amortizó: apenas pisó 13 veces el campo con tres gritos. Y a los gritos se fue de Londres. Es que, a esa altura Osvaldo ya tenía un perfil alto y se agarró feo con un compañero de equipo, José Fonte. Poch lo separó por «indisciplina y falta de profesionalismo»

Pero acá lo recuerdan todos por desembarco en Boca en 2015. Llegó a préstamo por 6 meses en un Xeneize de aguas turbulentas. Parecía el lugar ideal para él. Pero el mundo Boca es capaz de ahogar a los peores piratas, incluso a este que fue mutando hacia un fisique du rol mezcla de Jack Sparrow con Keith Richards. Es cierto que su etapa no llegó al golpazo de Madrid, pero en apenas 16 partidos fue protagonista en la fatídica noche del gas pimienta y terminó dando un portazo por pelearse con Guillermo Barros Schelotto, el verdadero capitán del Barco.

Fue el choque de dos planetas: la guerra de Osvaldo y Guillermo merece un capítulo aparte.

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