La agencia Moody’s Argentina subió la calificación crediticia de la provincia de Córdoba de A.ar a AA-.ar, con perspectiva estable, en un contexto de incertidumbre internacional que también afecta a la economía argentina.
Según destacó la calificadora, la mejora obedece a una sostenida disciplina fiscal, un manejo prudente del gasto y un perfil de deuda controlado, a pesar de una alta exposición en moneda extranjera. La actualización también alcanza a los títulos de deuda Clase 1, Clase 2 y Clase 4 emitidos por la provincia.
Durante 2024, el gobierno de Martín Llaryora superó las expectativas fiscales con un margen operativo del 18,3% y un superávit financiero del 4,8%, gracias a un incremento de ingresos propios y una reducción de gastos corrientes en términos reales.
Entre las fortalezas que valora Moody’s se encuentran una economía provincial diversificada, bajo nivel de empleo público en relación con la población, y transparencia en sus informes financieros.
De todas maneras, más allá de los elogios, la calificadora también hizo una advertencia: la alta dependencia de deuda en moneda extranjera y el contexto macroeconómico adverso de Argentina siguen siendo factores de riesgo.
La deuda total al cierre de 2024 alcanzó los $ 2.155.683 millones, y el 86,2% está denominada en moneda extranjera. Aunque esta proporción es alta, ha disminuido 13,4 puntos porcentuales respecto a datos del año anterior. La mayor parte de la deuda está en títulos públicos emitidos tanto a nivel local como internacional.
El informe apunta también que una caída sostenida de ingresos propios o un deterioro fiscal significativo podrían afectar negativamente la calificación. En tanto, una reducción de la deuda en divisas y el mantenimiento del equilibrio fiscal podrían impulsar nuevas mejoras.
El gobierno de Martín Llaryora ahora aguarda la evolución del acuerdo de Argentina con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para salir a buscar fondos en el mercado externo a fin de cumplir con compromisos y sostener el ritmo de la obra pública anunciada. La tarea está a cargo del ministro de Economía y Gestión Pública, Guillermo Acosta.
Durante 2024, la provincia superó ampliamente las expectativas fiscales originales. Esto se debió, por un lado, a que los gastos corrientes aumentaron por debajo de la inflación y, por otro, a una reducción de los gastos de capital en términos reales, lo que incrementó su participación en el gasto total. Para los próximos años se espera una normalización fiscal, en línea con la recuperación económica y la desaceleración inflacionaria del país.