«El campo es uno de los principales motores de nuestro país. Argentina debería ser una potencia agropecuaria, pero no lo es por el constante castigo al sector», había señalado el presidente electo Javier Milei previo a las Paso del 13 de agosto en un encuentro con la cadena agropecuaria.
Y allí ya había adelantado lo que hará en su gestión. La principal medida, y que es el pedido unánime de los productores, es la quita de las retenciones. Según había prometido, iba a eliminarlas sin excepción. Hoy, la soja tributa un 33%, los cereales -maíz y trigo-, 12%, y la carne, 9%. Además, aseguró eliminar todas las intervenciones en el mercado.
«Trabajando para achicar el Estado y eliminar impuestos», posteó en su red social Diana Mondino, la economista elegida para manejar la política exterior tras la primera reunión con Milei como presidente electo, lo que podría tomarse como un guiño al campo, ya que representa el 70% de las exportaciones totales de Argentina.
Milei eligió al referente de la Fauba Fernando Vilella para que maneje las políticas del sector agropecuario. Luego, se sumaron también Pedro Vigneau, actual presidente de Maizar (cadena del maíz) y Germán Patts, extitular de Barbechando.
Vilella no sólo es un destacado académico, sino que también cuenta con una importante trayectoria. Además de su puesto actual en la UBA, fue decano de la institución y profesor en diversas maestrías. También es autor de 15 libros, 12 capítulos de libros, tres videos y 39 publicaciones internacionales.
Si bien aun no aceptó el cargo, el experto de la Fauba le presentó un trabajo a Milei sobre las principales políticas que necesita el campo para crecer en producción y ser cada vez más sustentable, basado en la bioconomía.
«Me llamaron para que genere un proyecto para el área agro. Presenté documentos que fueron aceptados y hoy son parte de la propuesta del espacio», dijo Vilella previo al balotaje.
Esos textos, según Vilella, reflejan pautas para que el campo pueda despegar. En síntesis, figuran la necesidad de generar los recursos humanos más calificados, aumentar la inversión en ciencia y tecnología, mejorar el cuidado del ambiente y la sustentabilidad, la necesidad de una ley de germoplasma (mal llamada semillas), eliminación de las brechas cambiarias y lo antes posible, de las retenciones.
«Desregular o derogar todo lo que afecte artificialmente el valor de productos y servicios exportados«, asegura como principal medida del documento que ya lo tiene en sus manos el presidente electo. «Los mercados para todo lo que produzcamos existen, nuestro problema es de oferta, no de demanda y esta oferta no se genera por el desincentivo a las inversiones que requieran un mediano o largo plazo de amortización. La falta de confianza en la estabilidad de las reglas de juego son una parte importante por resolverr», agregó.
La reacción de los dirigentes rurales
La Sociedad Rural Argentina (SRA), comandada por Nicolás Pino, felicitó a Javier Milei, manifestando su disposición para «trabajar de manera conjunta en las soluciones a los problemas que plantea el país».
«El nuevo gobierno contará con el apoyo del campo, porque ahora se abre una gran oportunidad para trabajar juntos para hacer un cambio radical en las políticas actuales», aseguró la SRA.
«Lo venimos advirtiendo hace años: con mercados intervenidos, cuotificación de exportaciones, distorsión en el tipo de cambio y una alta presión impositiva, entre otros factores, la producción está estancada», subrayó la entidad ruralista.
Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), saludó al nuevo presidente y reclamó enseguida ser escuchados. «Esperemos que convoque al sector productivo para trabajar de manera conjunta y delinear políticas agropecuarias para el campo», dijeron. Asimismo, pidieron la baja y eliminación de impuestos como los derechos de exportación. «Esperamos que sea pronto para empezar a transitar por el sendero del crecimiento de nuestro país», subrayaron.