La salsa boloñesa es un clásico de la cocina italiana que se ha convertido en un favorito en todo el mundo. Su mezcla de carne, tomate y especias la hace perfecta para acompañar pastas como los espaguetis o la lasaña. En esta receta te enseñaremos a preparar una auténtica salsa boloñesa casera, llena de sabor y con una textura irresistible.
Ingredientes
Para 4 porciones:
500 g de carne picada (mitad carne de res y mitad de cerdo)
1 cebolla grande
2 dientes de ajo
1 zanahoria
1 tallo de apio
800 g de tomate triturado
2 cucharadas de pasta de tomate
150 ml de vino tinto
200 ml de caldo de carne o agua
2 hojas de laurel
1 cucharadita de orégano seco
1 cucharadita de albahaca seca
Sal y pimienta al gusto
2 cucharadas de aceite de oliva
100 ml de leche (opcional, para suavizar la acidez del tomate)
Preparación
Preparar los ingredientes: Picar finamente la cebolla, el ajo, la zanahoria y el apio.
Sofreír las verduras: En una sartén grande con aceite de oliva, sofreír la cebolla, el ajo, la zanahoria y el apio a fuego medio hasta que estén tiernos.
Añadir la carne: Incorporar la carne picada y cocinar hasta que se dore, desmenuzándola con una cuchara de madera.
Incorporar el vino: Verter el vino tinto y cocinar hasta que se evapore el alcohol.
Agregar el tomate: Añadir el tomate triturado, la pasta de tomate, el caldo, el laurel, el orégano y la albahaca. Mezclar bien.
Cocinar a fuego lento: Dejar cocinar a fuego bajo durante 1 hora, removiendo ocasionalmente. Si la salsa se seca demasiado, añadir un poco más de caldo.
Añadir la leche (opcional): Para reducir la acidez del tomate, incorporar la leche en los últimos 10 minutos de cocción.
Ajustar la sazón: Probar y ajustar con sal y pimienta al gusto.
Consejos
Usar una mezcla de carne de res y cerdo aporta más sabor y jugosidad.
Cocinar la salsa a fuego lento permite que los sabores se integren mejor.
Si es posible, dejar reposar la salsa antes de servir para intensificar su sabor.