El destino enfrentó a Real Madrid y Barça en una nueva jornada de Euroliga, curiosamente, en uno de los peores momentos de la temporada de ambos equipos. Pero un clásico no entiende de dinámicas, ni para lo bueno ni para lo malo, y así se ha demostrado sobre la pista. Los dos equipos, conscientes de lo que hay en juego a estas alturas de la campaña, pusieron la garra y el carácter, no tanto el juego, que un partido de estas características requiere. En lo que al resultado se refiere, los blancos se llevaron el encuentro (96-91), dejando muy tocado al eterno rival.
Brahim, Bellingham, Vinicius y Alaba observaron el partido desde la grada. / EFE
Nadie se quería perder lo que fue el cuarto clásico de la temporada. En los tres anteriores, victorias del Real Madrid, a la que se suma este encuentro de la segunda vuelta de la competición europea. Los jugadores de la primera plantilla del Real Madrid de fútbol también acompañaron a sus homólogos. Con Vinicius, Kylian Mbappé, Jude Bellingham, Brahim Díaz, David Alaba y, por supuesto, Florentino Pérez en la grada, los blancos asientan la puntilla definitiva al club culé.
Un Barça muy superior en el tiro exterior
El Barça, con muy poco perder sobre la cancha del Movistar Arena, saltó al partido con mayor dinamismo y, sobre todo efectividad que los blancos. El acierto en el tiro de tres de todo el equipo en general, y Jabari Parker en particular, marcó la diferencia en los primeros compases del encuentro, rozando el 60% de efectividad, mientras que los madridistas no alcanzaron el 40%. El débil inicio del Real Madrid, marcado por el desacierto de Rathan-Mayes, fue subsanado por los cambios de Chus Mateo.
El técnico madridista dio entrada a Abalde, el mejor defensor de los blancos durante el encuentro, y Hezonja, entre otros. El ‘Facu’,que volvió a ser el agitador de los blancos, comenzó a robar y los exteriores a anotar, con un Sergio Llull a la cabeza que sumaba su clásico número 119 como jugador madridista. El lastre del Real Madrid en la primera mitad, al igual que el encuentro de la primera vuelta en el Palau, fue la permisividad bajo su aro. Los azulgrana cazaron seis rebotes en la pintura blanca durante los dos primeros cuartos.
Alberto Abalde, uno de los destacados del encuentro. / EFE
Ante la falta de acierto en el tiro exterior, los blancos centraron su juego en los pasillos interiores. Chus Mateo rotó a sus tres pívots, que se mostraron muy superiores a Metu y Fall ante la atenta mirada de un Joan Peñarroya que se desvivía en área técnica. A partir de ese juego interior se empezó a recomponer el Real Madrid, que, por otra parte, seguía concediendo muchas facilidades en su propia pintura. El conjunto culé se marchó con ventaja a vestuarios (40-43), demostrando al Real Madrid que necesitaría una versión más óptima en ambos lados de la cancha si quería llevarse la victoria en el cuarto clásico de la temporada.
Abalde y Hezonja, líderes del Real Madrid
En la segunda mitad, los de Chus Mateo saltaron con un punto más en lo que a intensidad se refiere. En los primeros minutos, recuperaron la ventaja en el marcador que habían perdido en los últimos instantes del primer acto. El acierto en el tiro exterior por parte de los culés bajó y, con ello, su rendimiento en ataque. Nuevamente, la figura de Alberto Abalde y Facudno Campazzo en los dos lados de la cancha situó al Real Madrid en un peldaño por encima del Barça, que veía como la distancia en el resultado se iba acrecentando. El argentino y el español levantaron a sus compañeros, también al Movistar Arena, que fue el sexto jugador para los blancos en el tramo decisivo del encuentro.
En el último período, los blancos cerraron el partido con el acierto de ‘Súper Mario’ desde el triple. El croata volvió a destacar como máximo anotador del Real Madrid, sumando la gran cantidad de sus puntos en el último período. Un arreón del Barça encendió las alarmas en el banquillo blanco, que no dudó en introducir a Edy Tavares, poco protagonista hasta el momento, para sofocar la reacción culé con Parker y Metu a la cabeza como máximos anotadores en el cuadro de Joan Peñarroya. El partido llegó apretado a los instantes finales, ambos conjuntos en un punto de diferencia, pero Abalde cerró el encuentro desde la línea de personal, otorgando así la decimocuarta victoria (96-91) de los madridistas en la Euroliga.
Darío Brizuela entra a canasta entre Edy Tavares y Usman Garuba. / EFE
El conjunto blanco se llevó el cuarto clásico de la temporada, en el momento en el que más necesitaba la victoria. Ahora, ambos conjuntos quedan igualados con el mismo récord de victorias. Afrontarán las últimas siete jornadas en situación de máxima necesidad, situándose en estos momentos en las últimas dos plazas del play-in. Madridistas y culés deberán mejorar su juego si quieren aspirar a estar disputando la Final Four de Abu Dhabi, lugar en el que se les situaba al comienzo de temporada.
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96- Real Madrid: Campazzo (18), Feliz (-); Musa (16), Rathan-Mayes (-), Llull (7); Hezonja (19), Abalde (16), González (-); Garuba (4); Tavares (5), Ibaka (5) y Bruno Fernando (6).
91 – Barça: Satoransky (7), Villar (-); Sarr (-), Brizuela (10); Anderson (15), Abrines (2), Parra (20); Parker (18), Metu (17); Hernángomez (2), Fall (-), Keita (-).
Parciales: 23-25, 17-18, 30-24, 26-24 .
Equipo arbitral: Ilija Belosevic, Borys Ryzhyk y Milos Koljensic. Eliminaron por faltas a
Pabellón: Movistar Arena. Madrid