Arsat atraviesa fuertes conflictos internos, a pocos meses de finalizar la gestión de Facundo Leal al frente de la empresa tecnológica estatal.
Es que el Gobierno le adjudicó 100 Megahertz de frecuencias de quinta generación (5G) de telefonía móvil, pero como todavía nadie sabe qué uso se le dará, ya empezaron a surgir diferentes proyectos, en función de los posicionamientos internos, especialmente por la durísima puja gremial.
Claudio Ambrosini, presidente del Ente Nacional de Comunicaciones (ENaCom), aseguró que Arsat podría ser “mayorista con el espectro 5G, como con el 4G”. El plan oficial es que sea una red «para seguridad y redes de gobierno», agregó el titular del organismo oficial, hombre de confianza del ministro de Economía, Sergio Massa, candidato presidencial de Unión por la Patria.
Para lograrlo, la empresa estatal tendría que hacer fuertes inversiones en una red propia de telefonía celular, tal como hizo desde el año 2010 con la Red Federal de Fibra Óptica, que ya tiene más de 35.000 kilómetros de fibra tendida y brinda servicios a más de 1.000 localidades, donde conecta a los proveedores locales, quienes se encargan de brindar el servicio de última milla al usuario.
En ese proyecto trabajan fuertemente dos de los cinco directores de Arsat: Carlos Andrenacci, director en representación del gremio de las telecomunicaciones Foetra; y Soledad Gonnet, quien a su vez es vicepresidenta de INVAP, en representación del gobierno de Río Negro, provincia donde también se desempeña como directora ejecutiva de la Agencia de Innovación y Economía del Conocimiento.
Fuentes de Arsat lanzaron acusaciones contra ambos directores: a Andrenacci le critican sus duras internas contra Marcelo Tesoro, quien ocupaba su mismo lugar en el directorio de Arsat y quedó como gerente de Operaciones; mientras que a Gonnet le cuestionan su proyecto de instalar una sede de Arsat en Bariloche, «sin tomar en cuenta que esas inversiones las tiene que definir la próxima gestión de Arsat, del gobierno que asume en dos meses», plantearon a Clarín fuentes de la empresa tecnológica estatal.
Andrenacci asumió como director de Arsat en representación del gremio Foetra en abril pasado, luego de una durísima interna con Marcelo Tesoro, quien estaba en ese cargo desde hacía 15 años y sigue como gerente de Operaciones de Arsat, pero a quien permanentemente buscan desplazar.
De hecho, a Tesoro lo expulsaron del gremio Foetra este año y el director Andrenacci organiza reuniones con el segundo de Tesoro, el subgerente Javier Duarte, quien responde a la actual conducción de Foetra, el secretario general Claudio Marin, quien a su vez es secretario gremial de la CTA que conduce Hugo Yasky.
La suspensión de Foetra del gerente de Arsat Tesoro fue tomada «con el objetivo de evitar que el accionar de la persona citada pueda ocasionar daños mayores a la organización o a los compañeros de Arsat, invocando representatividades u atribuciones que no posee», según anunció el gremio en un comunicado. Y lo acusaron a Tesoro de tener «formas abusivas de poder», que incluyeron la confección de «listas para despedir trabajadores».
Por su parte, el gerente de Arsat, Tesoro, les respondió con otro comunicado en el que aseguró que hace 15 años no pertenece al gremio de Foetra, desde que asumió como director de Arsat, ya que está en la Unión del Personal Jerárquico de Empresas de Telecomunicaciones; que nunca participó en la elaboración de listas de empleados despedidos; y que «hoy el Foetra de Marin es una caricatura de sindicato combativo».
Fuentes de Arsat confirmaron que Andrenacci mantiene reuniones semanales con el subgerente Duarte, con quien solicitaron a empresas proveedoras de tecnología que envíen presupuestos para montar una red sobre las frecuencias de telefonía celular 4G y 5G que tiene asignadas la empresa tecnológica estatal.
Las internas en Arsat son una característica de la gestión del presidente Alberto Fernández, quien ya puso tres presidentes en Arsat: Pablo Tognetti, Matías Tombolini y Facundo Leal, quien asumió en agosto del año pasado, cuando el dirigente porteño del Frente Renovador fue designado como secretario de Comercio del gobierno nacional.
Perfil de la empresa tecnológica estatal
La gestión de Arsat está enfocada en cuatro segmentos: el satelital, con la estación terrena de Benavidez, que tiene en órbita los satélites geoestacionarios Arsat 1 y 2; la Red Federal de Fibra Óptica, con más de 35.000 kilómetros de red troncal; la Televisión Digital Terrestre, que tiene 102 torres en funcionamiento, que cubren el 90% del país; y el data center, que es uno de los más potentes de América latina.
En la actualidad, el proyecto clave de inversión es la construcción del satélite SG1, el tercer satélite de Arsat, que tiene un crédito otorgado de la Corporación Andina de Fomento (CAF), por US$ 240 millones y se prevé lanzar en el primer trimestre de 2025.
Además, están trabajando para «terminar de definir» la construcción del cuarto satélite de Arsat, el SG2; planean construir una red de data centers descentralizados; y una nueva estación satelital en Mendoza, que funcione como back-up de la que tienen en Benavídez.
Y la directora Gonnet anunció hace dos semanas que Arsat también planea crear una sede de investigación y desarrollo en Bariloche, Río Negro, provincia donde ella es funcionaria. «Estamos proponiendo un llamado a licitación en breve», aseguró Gonnet, sin tomar en cuenta el cambio de gestión que se producirá a fin de año. Pero eso es parte de otra historia.