Inmediatamente después de las PASO, el Banco Central tomó dos medidas: devaluó el tipo de cambio ofical en un 20% y aumentó la tasa de de Leliq 21 puntos porcentuales para mantener el atractivo de las colocaciones en pesos. Un mes después podría decirse que se trató de una estrategia fallida: la devaluación se trasladó a precios y los plazos fijos perdieron casi 4 puntos porcentuales respecto a la inflación de agosto.
El Banco Central decidió este jueves no volver a tocar el rendimiento de las Leliq y mantenerlo en el 118% nominal anual. Había expectativa en el mercado que de un nuevo ajuste de tasas para prolongar la relativa calma cambiaria de las últimas semanas y hasta fin de mes. Un plazo fijo a tasas vigentes rinde 9,83% y la inflación de agosto fue 12,4%. Para algunos esto podría leerse como un incentivo mayor a demandar dólares para cubrirse de la inflación.
La decisión del Banco Central sin embargo no sorprendió. Hacía días que en el organismo venían dando señales sobre que una nueva suba de tasas no estaba en la agenda. «El Directorio del Banco Central de la República Argentina (BCRA) decidió mantener sin cambios la tasa de política monetaria en 118% (209% en términos efectivos anuales, TEA) «, informó el Central en un comunicado menos de 24 horas después de que el Indec publicara el 12,4% de agosto en el IPC.
En Reconquista al 200 creen que una suba de tasas por encima del 209% efectivo que ofrecen ahora «sería un desastre para la economía». En la comunicación oficial, el organismo que preside Miguel Pesce aseguró que ve señales de que la inflación comenzará a ceder este mes y que en esta previsión basa su decisión de política monetaria.
«En agosto la tasa de inflación mensual se ubicó en 12,4%, impulsada por el traslado a precios de la mayor volatilidad financiera registrada en la segunda mitad del mes y la recalibración del nivel del tipo de cambio oficial. No obstante, indicadores de alta frecuencia reflejan una desaceleración del ritmo de incremento del nivel general de precios desde el pico de la tercera semana de agosto, que se habría profundizado en lo que va de septiembre», dice el comunicado.
La tasa de plazos fijos resulta negativa respecto del aumento de los precios, algo que va en contra de uno de los objetivos planteados con el Fondo. Pero, el costo de elevar la tasa de referencia con una inflación de dos dígitos también es elevado: para ganarle al IPC de agosto, en septiembre la tasa debería subir 30 puntos básicos al 148% de TNA.
«La política de tasa de interés del Banco Central busca propender hacia retornos reales positivos sobre las inversiones en moneda local, con el fin de preservar la estabilidad monetaria y cambiaria», aseguró el organismo que adelantó también «continuará monitoreando la evolución del nivel general de precios, la dinámica del mercado de cambios y de los agregados monetarios a los efectos de calibrar su política de tasas de interés y de gestión de la liquidez».