A través de la Resolución 1453/2023 publicada hoy en el Boletín Oficial, la Secretaría de Comercio fijó nuevos precios de referencia sin impuestos de la harina común 000 a la salida del molino con un aumento del 5%, en el marco del Fondo Estabilizador del Trigo Argentino (FETA), ideado para subsidiar a la bolsa de harina con un 1,3% de lo recaudado con las retenciones de los derivados de la soja.
El valor que regirá desde hoy para la harina 000 quedó establecido en 2.594 pesos para las bolsas de 25 kilogramos (4,98% más que los $ 2.4712 vigentes desde el 24 de agosto).
«Las subas tienen en cuenta como referencia las variaciones del precio FAS del trigo en un 40% (tomando como referencia un precio del trigo de $ 54.715,40 la tonelada), la de la inflación mayorista en un 30% y la de los salarios en el otro 30%», explicaron desde la cartera de Comercio.
El aumento de hoy – señalan los considerandos de la Resolución- es «consecuente con la evolución del resto de los componentes del costo de los productos derivados de la harina de trigo».
¿Cuánto debería aumentar entonces el precio del pan al consumidor?
Según un análisis de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de la Argentina (FADA) el costo de elaboración de la harina representa apenas un 5 por ciento del precio final del producto. El trigo, materia prima para la harina, representa el 13 por ciento del precio del pan. El 60 por ciento es explicado por los costos de la panadería -gas, luz, mano de obra, alquileres-, y el 22 por ciento del precio son impuestos nacionales y municipales.
La resolución de Comercio detalla que «esta actualización de los valores del FETA implica una variación acumulada del precio de la bolsa de harina 000 del 63% para los primeros 9 meses de 2023» y del «83,1% con respecto a los valores vigentes para septiembre de 2022».
El FETA se dispuso mediante el decreto 132/2022 del 19 de marzo del año pasado, «debido el aumento sostenido del precio de los alimentos» que «impactó fuertemente en el trigo, el maíz, el girasol y sus derivados a partir del inicio del conflicto bélico entre la Federación de Rusia y Ucrania».
«La implementación de los precios subsidiados procura garantizar un valor de referencia para el trigo en el mercado interno, que permita conservar una estabilidad en la participación de la bolsa de harina como componente del costo de los productos que de esta se derivan», remarcaron desde el Gobierno.
Sin embargo, la herramienta generó controversias en la cadena de valor del trigo. Mientras los productores agropecuarios y una parte de los molinos se oponen, ya que consideran que no logra el objetivo buscado y distorsiona el mercado, otra parte de la industria, como los panaderos, la consideran necesaria para amortiguar los efectos de la inflación.
Mientras tanto, para comprender lo que podría o debería suceder con los precios al consumidor a partir de la medida, vale la pena intentar entender cómo se forma el precio del pan.