Rodrygo pesca en Brest un triunfo que cruza al Real Madrid en el camino del City o del Celtic

El Real Madrid pescó en su primera visita a Bretaña una victoria áspera ante un rival laborioso que llevó el encuentro al mejor escenario para complicar la vida a unos blancos que volvieron a dejarse llevar en el inicio de ambas partes. Ajeno al caos que se vivía en la Champions, Rodrygo ratificó el idilio que tiene con esta competición anotando dos goles más (13 esta temporada y cuatro en Copa de Europa) y dejando una jugada maradoniana. A los blancos les esperan ahora el Manchester City de Guardiola o el Celtic asomando en octavos de Atlético de Simeone o el Leverkusen de Xabi Alonso.

El Real Madrid saltó al Stade Rodourou de Guingamp sin preocuparse de la radio y las cábalas. Ancelotti hizo bien porque el Brest no salió a especular sobre el irregular césped en un estadio con un clima de Champions en la primera visita de los blancos a la Bretaña. Comenzaron los blancos como suelen, perezosos y persiguiendo sombras. En este caso Eric Roy había hecho los deberes y todo el ataque de los franceses recaía sobre el flanco derecho de la defensa blanca, donde Lucas y Tchouameni hacían agua en cada balón. El lateral y capitán ponía todo su empeño, pero no le valía para frenar las acometidas de Doumbia y Pereira Lage por el carril. Y el central volvía a estar incómodo atrás, fuera de sitio, superado por la presencia intimidante de Ajorque.

Míster Champions siempre aparece

Se sacó Courtois el primer disparo del partido en un lanzamiento de Pereira Lage de falta y las sensaciones no eran cómodas. Mbappé tenía protagonismo en ataque, cayendo a la izquierda, pero estaba vigilado por dos y hasta tres defensas bretones. Avisó Kylian con un par de disparos desviados y en el minuto 26 una jugada personal de Rodrygo desde el carril de Vinicius permitió a ‘Míster Champions’ abrir el marcador con un zurdazo que se apoyó en la cepa del palo de Bizot. Pudo empatar el Brest con un disparo de Baldé que pasó rozando el larguero de la portería blanca o con un centro envenenado de Magnetti que palmeó Courtois cuando la grada la veía dentro.

Sin saberlo, a las 21:26 de la noche, el Real Madrid había subido hasta la octava posición por los resultados que se estaban dando. Sin embargo, el partido en Guingamp y la jornada eran lo suficientemente intensos como para estar solo pendientes de lo que tenían delante. Al descanso, el Real Madrid ganaba por la mínima en un duelo incómodo con el noveno gol en once partidos de Rodrygo. En ese momento a los blancos les esperaban Brest, otra vez, o la Juventus en el playoff, y en octavos aparecía el Atlético de Simeone o el Leverkusen de Xabi Alonso.

El City o el Celtic ahora, y Atlético o Leverkusen, en octavos

Del vestuario volvió a salir el Madrid aletargado y el Brest le quitó la pelota generando ocasiones ante Courtois. Baldé primero, Magnetti después y finalmente apareció Ajorque con un recurso de delantero de calle, un punterazo que acabó en el fondo de la portería visitante. Sin embargo, el gigantón bretón estaba adelantado por centímetros y el tanto acabó anulado. El susto pareció despertar a los blancos, que en el minuto 55 montaba un contra liderada por Bellingham, que empezó la jugada y la finalizó empujando a la red un pase de Brahím. Respiraba más tranquilo Ancelotti, que por momentos tenía como rivales de dieciseisavos al Manchester City o al Bayern de Múnich.

Lejos de bajar los brazos, los bretones subieron las revoluciones y Courtois tuvo que emplearse a fondo para frenar un disparo de Lala que ya entraba. Magnetti, muy suelto todo el partido, volvió a probar al belga y Ajorque generaba peligro en cada centro. Pudo sentenciar el choque Rodrygo en una jugada maradoniana en la que le faltó acertar en la concreción, lo que no rebajó su hambre porque minutos después cerraba el partido al anotar el tercer gol tras aprovechar un rechace del portero local. El tanto apagó el ánimo local y los minutos comenzaron a gotear con más placidez en un tramo final en el que Mbappé mostró su versión más gris ante sus compatriotas. La mala noticia es que pasan amonestados a la siguiente ronda Tchouameni, Rudiger y Bellingham. La buena es que el Real Madrid ya es capaz de apretar los dientes en partidos exigentes como este en Brest que nunca fe un trámite. Manchester o Glasgow le esperan.