La mina de antracita de Vega de Rengos, en la que fallecieron el pasado viernes dos mineros tras un derrumbe, había sido inspeccionada 24 horas antes y en la misma zona donde se produjo el siniestro, según ha recalcado esta mañana el consejero de Ciencia, Industria y Empleo, Borja Sánchez, tras la reunión semana del Consejo de Gobierno. Sánchez ha señalado que el Principado abre una investigación para esclarecer las causas del accidente laboral y trasladó su pésame a las familias y compañeros de los dos fallecidos: Óscar Díaz y Anilson Soares. Además, agradeció la labor desarrollada por las fuerzas de seguridad, los servicios de emergencia y la Brigada Central de Salvamento Minero. Este miércoles se reunirá la Comisión Reigonal de Seguridad Minera para evaluar los primeros datos.
Sánchez aseguró que la inspección llevada a cabo por los servicios de la dirección general de Minas un día antes del siniestro, dentro de las visitas periódicas que realiza la Autoridad Minera, se realizó «en el mismo fondo» donde se desencadenó el hundimiento sin que se detectaran indicios de riesgo. El consejero explicó que, además de las pesquisas de la Policía Judicial, el Principado ya inició la investigación la misma tarde-noche del viernes con una primera visita al interior de la explotación por parte de inspectores del Servicio de Minas. Esa actuación, señaló, forma parte del protocolo para recopilar información técnica, testimonios y documentación de seguridad y operación, y servirá de base para las conclusiones que se compartan en la comisión regional de Seguridad Minera.
El consejero subrayó que el análisis se hará “con cautela” y con apoyo de tomas de declaración a los trabajadores que se encontraban en el interior en el momento del incidente. En cuanto a la hipótesis preliminar, el titular de Industria indicó que, con la información disponible, “todo hace indicar” que el accidente se produjo por un hundimiento súbito del techo en un taller de arranque ubicado en una galería de unos 70 metros, donde existe una capa de mineral de unos 3 metros de potencia (anchura). Según los datos recabados, a las 17.00 horas del viernes se produjo un desprendimiento que afectó a una superficie estimada de entre 6 y 8 metros, atrapando a los dos operarios.
Sánchez remarcó que, tras una primera inspección visual efectuada durante las tareas de rescate, todo apunta a un desprendimiento fortuito o imprevisto, aunque pidió prudencia hasta que concluya el análisis técnico y se disponga de los testimonios y peritajes necesarios.
Inspección previa y permisos en regla
El consejero dedicó parte de su intervención a clarificar el marco administrativo y de seguridad de la explotación. Precisó que la mina, operada por TYC Narcea, contaba con autorización para extraer hasta 90.000 toneladas de antracita con fines de evaluación de usos industriales —entre ellos, la posible fabricación de arrabio de bajas emisiones— y estaba sometida a supervisión permanente mediante inspecciones periódicas del Servicio de Minas.
Añadió que la empresa está tramitando el proyecto de explotación antes de agotar el cupo autorizado y que las prórrogas del Proyecto de Investigación Complementario concedidas con anterioridad obedecieron a que no se había alcanzado aún la cantidad máxima de antracita extraída.
Diferencias con otros expedientes
Preguntado por la comparación con la situación de Cerredo, Sánchez marcó una diferencia nítida: en Vega de Rengos, dijo, toda la actividad contaba con los permisos en regla y superaba inspecciones de seguridad; en cambio, en el caso de Cerredo, se trataba de una extracción no autorizada. “Son dos cuestiones totalmente diferentes”, zanjó, destacando que ambos casos cuentan con naturaleza y antecedentes administrativos distintos.
Reconocimiento a la Brigada y voluntad de acuerdo
El consejero abrió su intervención expresando un agradecimiento explícito a los equipos de emergencia, a los mineros que se fueron incorporando a las labores de apoyo conforme avanzaban las horas, y a la Brigada Central de Salvamento Minero, a la que atribuyó un papel clave para facilitar el acceso seguro a la zona y recuperar los cuerpos. Ante preguntas sobre la situación operativa de la Brigada, manifestó la voluntad del Gobierno de que se alcance “pronto” un acuerdo que garantice la continuidad de este cuerpo especializado, al considerar “muy importante” su labor histórica para afrontar situaciones complejas y trágicas como la vivida el viernes.
Coordinación institucional y transparencia
Sánchez avanzó que ya se comunicó con todos los grupos parlamentarios para ponerse a su disposición, compartir los primeros análisis que salgan de la Comisión Regional de Seguridad Minera. En paralelo, reiteró que el Servicio de Minas realizará todas las investigaciones necesarias para evaluar hipótesis, contrastar datos y documentar con rigor los hechos y circunstancias del siniestro.
De acuerdo con el procedimiento, la Comisión Regional de Seguridad Minera recibirá el estado de las supervisiones periódicas efectuadas a TYC Narcea y un avance de los primeros hallazgos relativos a la mecánica del hundimiento.
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