Ocurrió en las últimas horas cuando una madre solicitó ayuda al notar que su hija se encontraba ahogada con un alimento.
A partir de la coordinación entre un efectivo policial —estudiante de paramédico— y un operador del 911, la niña logró estabilizarse antes de ser trasladada al hospital.
Mientras el uniformado (policía retirado) se encontraba en una escuela de barrio 16 de Noviembre, se presentó la mujer llorando y pidiendo auxilio. De inmediato, el efectivo se dirigió al domicilio, donde encontró a la bebé desvanecida en un sillón.
Tomándola en sus brazos, comenzó a aplicar maniobras de primeros auxilios, mientras los familiares recibían instrucciones del operador del 911. Tras unos minutos, logró desobstruir las vías aéreas, permitiendo que la niña comenzara a respirar con normalidad.
En ese momento llegó un móvil policial que trasladó a la madre y a la bebé al Hospital de Pronta Atención Cura Brochero. La niña recibió la atención correspondiente, permaneció en observación y posteriormente fue dada de alta.