Pese a la mayor actividad económica y a la recuperación del empleo, en el primer trimestre de este año aumentaron tanto la indigencia como la pobreza con relación a igual período de 2022.
La indigencia o pobreza extrema subió del 8,2% al 8,9 % y la pobreza del 34,2% al 38,7 %. Las cifras se desprenden del procesamiento de los microdatos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) que difundió este viernes el INDEC. que registra aumentos de la pobreza todos los tramos de edades.
Esto pasó por el empobrecimiento de los trabajadores ocupados en todas las modalidades laborales (registrados y no registrados) y en los que desempeñan por cuenta propia.
Entre los ocupados la pobreza subió del 24,4% al 28,7%.
Tanto la línea de indigencia como la de pobreza se calculan en relación a la evolución de las canastas de alimentos y total que aumentaron más que la propia inflación. A marzo, la línea de indigencia aumentó el 120,1% interanual, la de pobreza 113,2% y la inflación en 104,3%.
Este aumento interanual de 4,5 puntos (del 34,2% al 38,7%) significa que en 12 meses se agregaron 2 millones de nuevos pobres. El dato del INDEC es de 31 aglomerados urbanos, que totalizan 29 millones de personas. Si esos porcentajes se extienden a toda la población (46,2 millones), incluyendo la rural, equivale a 18.000.000 pobres, de los cuales 4 millones son indigentes.
Entre los chicos menores de 14 años (un conjunto de la población que llega a los 11 millones de personas), la pobreza subió del 47,1% al 54,7%. Son 6.000.000 de niños y niñas que viven en hogares pobres.
Para el segundo trimestre se descuenta que la pobreza habría vuelto a subir por la mayor inflación y los mayores valores de las canastas de alimentos y de pobreza. Y porque en la medición del período abril-junio no se cobra el medio aguinaldo que si impacta en los primeros y terceros trimestres de cada año. Se estima que en el segundo trimestre habría rondado el 43%. De modo que para el primer semestre del año -el dato que difunde el INDEC a fines de septiembre, la pobreza habría alcanzado, promediando los dos trimestres, casi el 41%
En la Ciudad de Buenos Aires, donde la Dirección de Estadística porteña difundió semanas atrás los datos del primer trimestre, la indigencia pasó de 182.000 personas (5,9%) a 259.000 (8,4%), un incremento de 77.000 personas. Y la pobreza de 625.000 (20,3%) subió a 673.000 personas (21,8%).
En la nueva serie del INDEC, la pobreza pegó un salto a partir del primer trimestre de 2018, cuando alcanzó el 24,8%. Con la recesión iniciada ese año y las reducciones salariales y de jubilaciones en términos reales , durante el Gobierno anterior, la pobreza creció casi 10 puntos llegando al 34,2% a comienzos de 2019 para volver a subir al 34,7% durante el inicio del Gobierno de Alberto Fernández.
Luego, con el actual Gobierno con la pandemia y cuarentena, y el desplome de la actividad, volvió a subir hasta el 39,5% y con el rebote la actividad y el empleo logró bajar hasta el 34,2%.
En los últimos 12 meses hubo un giro porque si bien la actividad y el empleo se normalizaron, e incluso superaron las marcas de pre-pandemia, la pobreza pegó un salto de 4,5 puntos por la fuerte incidencia de la disparada inflacionaria, en especial la de los alimentos.
En 2022, la actividad económica creció 5,2% y en el primer trimestre 2023 otro 1,5%.
En tanto, la tasa de empleo aumentó del 43,3% al 45% superando las de los años anteriores a la pandemia y recesión y se alcanzó el mayor porcentaje para un primer trimestre en la nueva serie estadística que arranca en 2016. En tanto, para el primer trimestre, el 6,9% de desempleo fue el más bajo de la misma serie estadística.
Este aumento la tasa de empleo significa que más gente salió a buscar trabajo para recuperar la perdida del poder adquisitivo y reforzar los ingresos de las familias en respuesta al largo periodo de cuarentena, a la disparada de la inflación y a la caída del salario.
Pero una parte significativa de este incremento del empleo en el último año tuvo lugar entre los asalariados informales (“sin descuento jubilatorio”) que de esta manera volvieron a los niveles de comienzos de 2020, luego de la fuerte caída por la pérdida directa de sus ocupaciones durante los meses críticos de la cuarentena y pandemia. En los últimos 12 meses los asalariados no registrados subieron del 35,9% al 36,7%. Y representan 2 millones de cuentapropistas pobres.
Por su parte, hubo un incremento de la pobreza entre los asalariados registrados que subieron del 12,7 al 15,4%. Son 1,5 millones.
Entre los cuentapropistas, la pobreza es del 38,7%: suman 3 millones.
El resto se compone de los pobres entre los desocupados, inactivos, niños y adolescentes y mayores de 65 años.
El INDEC dará a conocer el informe del primer semestre de estos Indicadores claves el 27 de septiembre