Solari convirtió un doblete para revertir el resultado, tras la apertura del ecuatoriano Enner Valencia, en el minuto de descuento del primer tiempo.
Con este triunfo, River irá la próxima semana a Porto Alegre para jugar el desquite con dos resultados a favor: una nueva victoria o un empate.
El choque entre River e Inter, que perdió su invicto en la presente edición de la Copa Libertadores, fue atrapante desde el inicio y se jugó con vigor en la noche que Solari fue clave y el verdugo del arquero uruguayo Sergio Rochet, una de las figuras del encuentro hasta el ingreso del delantero.
La primera parte mostró a un River incómodo ante el posicionamiento de Inter. El equipo de Coudet se adelantó en el campo y superpobló el medio. Así, el último campeón del fútbol argentino no encontró referencias porque Rodrigo Aliendro prácticamente no tuvo contacto con la pelota.
Un solitario Lucas Beltrán en ofensiva sacó un remate que el uruguayo Rochet sacó al córner. Se trató de un intento aislado que, a los 17 minutos denotó un ataque sólo por arrestos individuales.
Valencia mandó un aviso poco después con una pirueta en el área que bien pudo haber sido la apertura del marcador, a pesar del esfuerzo de Franco Armani.
Con escaso margen para jugar, River se topó con otra situación, alimentada por la pared entre Milton Casco, Beltrán y De La Cruz. El uruguayo llegó con lo justo ante Rochet y su remate se fue desviado.
Cuando se disponía a jugarse el último minuto del primer tiempo, González Pírez le cometió infracción a Valencia, quien luego conectó de cabeza el centro de Alan Patrick en la pelota detenida. Inter, que tenía «viejos conocidos» como Gabriel Mercado y Fabricio Bustos, se puso 1-0 y el impacto fue tan grande como el estadio.
Sólo se escuchó el estadillo de más de 2 mil hinchas de Inter, apostados en un codo de la Centenario Alta, en una postal infrecuente para el fútbol argentino, a menos que se habiliten «neutrales».
De repente, la solución de River estaba en el banco. Solari, que inexplicablemente fue suplente, reemplazó al capitán Enzo Pérez. River se acomodó mejor y el ex Colo Colo fue letal ante Rochet, quien parecía imbatible.
Sus goles vinieron de pases en profundidad. De La Cruz lo habilitó por el sector derecho y definió cruzado al segundo palo, en su primera intervención. En el segundo, Beltrán, en su rol de pivot, lo dejó de cara a Rochet para el 2-1.
El club de Núñez sacó adelante un partido difícil, renovó su confianza para definir la serie en una semana y acumuló su decimoquinto triunfo consecutivo en el Más Monumental.