Tokio. Armand Duplantis estableció un nuevo hito en el atletismo y el deporte tras superar los 6,30 metros en la final del salto con garrocha, consolidando su liderazgo con el decimocuarto récord mundial de su carrera. El logro tuvo lugar en el Estadio Nacional de Tokio durante el Mundial de Atletismo que se lleva a cabo en la capital de Japón. La competencia quedó marcada no solo por la nueva plusmarca, sino también por el dominio indiscutido que el deportista viene demostrando en la disciplina.
A sus 25 años, el atleta sueco volvió a situarse en el centro de la atención mediática y deportiva al conquistar su tercera medalla de oro mundial consecutiva en la especialidad. La prueba por el título reunió a los mejores exponentes del salto con pértiga, con el griego Emmanouil Karalis adjudicándose la medalla de plata tras superar los 6,00 metros y el australiano Kurtis Marschall el bronce con un salto de 5,95 metros.
Mondo mostró una competencia estratégica que describió como “progresiva” y emparentada con la dificultad técnica y mental de perfeccionar un salto en ese rango. El atleta se enfrentó a él mismo en los últimos intentos, luego de que Karalis falló en las tres oportunidades cuando buscaba igualar los 6,20 que el mejor saltador de todos los tiempos había logrado. En este contexto, Duplantis erró su primer intento sobre los 6,30 metros y se detuvo a concentrarse antes del asalto final, que consumó con éxito. En su celebración, Duplantis recibió el saludo espontáneo de sus rivales, quienes lo acompañaron en la pista tras la obtención de la marca que le permitió superar su último récord (6,29).
Desde febrero de 2020, cuando rompió el récord de Renaud Lavillenie al superar los 6,16 metros, Duplantis ha mantenido una hegemonía absoluta. Ningún otro atleta ha logrado desplazarlo de la cima. Su metodología para establecer nuevos límites ha llamado la atención del circuito especialista y de la prensa deportiva. Cada avance se produce centímetro a centímetro, una táctica que responde tanto a consideraciones técnicas como económicas.
La estrategia de Duplantis guarda relación con incentivos financieros ofrecidos por World Athletics: según revelaron The Sun y Forbes, el deportista percibe un bono de 100.000 dólares estadounidenses cada vez que impone un nuevo récord del mundo. A la fecha, estas bonificaciones han superado los 1,2 millones de dólares, ya que desde 2020, el sueco ha pulverizado su propia marca en catorce ocasiones, progresando siempre por un centímetro en cada salto récord.