A sumar, elegir y a amoldar el presupuesto. Primero, establecer el costo de los pasajes o bien el de los peajes y del consumo de combustible por kilómetro; luego, el de los días de carpa y servicios de balneario o lo que falta para renovar el equipo familiar de sombrilla, reposeras y heladerita para la estadía cerca de la orilla; el consumo promedio diario y, el dato que restaba conocer, el costo del alojamiento, que acaba de lanzarse en Mar del Plata: respecto del año pasado, la suba sugerida es del 150%.
El Colegio de Martilleros y Corredores Públicos de Mar del Plata sugirió a sus asociados para la temporada 2024/25 pactar por un departamento de 2 ambientes por una semana de enero, para 3 ó 4 personas, desde $ 380.000. Por ahora hay consultas.
Siempre por una semana, y en enero, por un departamento de 1 ambiente para 2 ó 3 personas, sugirió una tarifa desde los $ 250.000, y por uno de 3 ambientes, en el que pueden alojarse de 5 a 6 personas, desde $ 550.000. Yendo a otro segmento, en el casas, aconsejaron los martilleros pactar desde $ 750.000 por un chalé de 3 ambientes por semana en temporada alta. Aclararon que los valores tendrán bajas en diciembre, febrero y marzo.
El porcentaje de incremento es el mismo que se dio el año pasado. Con ese porcentaje, los martilleros indicaban que podrían conseguirse para la temporada 2023/24, en enero, monoambientes a razón de $ 100.000 para una semana, por $ 150.000 un 2 ambientes y desde $ 220.000 un departamento con dos habitaciones, Por un chalé, relevaban en octubre del año pasado, habría que pensar en no menos de $ 300.000.
Pero el 20 de diciembre, Guillermo Rossi, presidente del Colegio de Martilleros, anunció un reajuste del 50% «por efecto de la inflación», entonces los valores se actualizaron ya con la temporada prácticamente en marcha.
Luego, sucedió una temporada «mala», con público y consumo más que moderado. En 2023 el mercado de alquileres se había atrasado como no ocurría en años, pero lejos de la peor temporada, la de 2001/02, que fue un verano de patacones, lecops y bonos provinciales que hicieron caer fuerte la demanda. «No es comparable, aquello fue un caos, pero hace tiempo no se registraba este atraso», explicaban entonces en las inmobiliarias.
Los precios de las carpas en los balnearios
La cámara que nuclea a los balnearios no ofrece a sus asociados valores sugeridos, ni pisos ni límites para los precios de sus toldos. Así, cada uno de ellos fija sus tarifas por los distintos servicios que ofrece, que además de carpa y estacionamiento incluye piscina o amenities de club de playa. Este año, en relación al pasado, en Mar del Plata los valores se dispararon en porcentajes inéditos.
Un ejemplo que ofreció Clarín al revelar los valores de la preventa de carpas y sombrillas: cuando el año pasado se ofreció la temporada completa a $ 900.000, ahora el mismo balneario lanzó el precio (que irá subiendo a medida que la temporada se acerque) a $ 3.250.000 de contado: el cálculo da un incremento es del 260%.
Con un dato sobresaliente: la conversión a dólares de la tarifa se duplicó. Cuando por la temporada completa cotizaba históricamente entre US$ 1.000 y US$ 1.200, ahora esos números, en promedio, son el punto de partida.
Así, en 2023, cuando en esta misma época el dólar blue cotizaba $ 740, con esos $ 900.000 se podían comprar US$ 1.232, y en 2022, esa misma carpa para la temporada 2023 estaba a $ 320.000, o bien al dólar blue de entonces, US$ 1.185.
Hoy, el valor ofrecido por el mismo balneario ($ 3,25 millones), lo que traducidos al dólar paralelo que ayer miércoles se vendió a $ 1.260, da US$ 2.579.
No parece que vaya a repetirse lo que ocurrió el año pasado, cuando a días del verano el colegio de martilleros tuvo que reforzar su sugerencia en un 50% sobre el valor e había dado dos meses antes. El cierre de este 2024, en recesión y golpeado aún por la inflación, se presenta diferente al agitado trimestre final de 2023: primarias en agosto, presidenciales en octubre, ballotage en noviembre y nuevo gobierno en diciembre. La inflación viajaba a un ritmo vertiginoso, todo lo contrario al movimiento de alquileres que revelaban las inmobiliarias de cara a la temporada: casi nulo.
El resultado fue una temporada discreta. Ahora, cuando comienzan a tener consultas, las expectativas de los operadores del sector turístico para la 2025 son un tanto mejores, habrá que aguardar para saber cómo responde el público. Restan tres meses, no es poco.
AS