InicioSociedadEl Gobierno asume su derrota en el Congreso sobre la reducción de...

El Gobierno asume su derrota en el Congreso sobre la reducción de jornada y buscará que cada uno se retrate

El Gobierno y el PSOE llevan desde el pasado lunes preparándose para asumir un nuevo varapalo en el Congreso con el rechazo a la reducción de la jornada laboral hasta las 37,5 horas semanales. Se trata de una de las leyes estrella del Ejecutivo y frente a la que Junts sumará sus votos a PP y Vox para frenar el primer paso de su tramitación con una enmienda a la totalidad. La posición confirmada por los posconvergentes visibiliza las dificultades del Gobierno para sacar adelante una agenda de reformas progresistas. Pedro Sánchez reconoció antes del cierre del curso político que el Congreso no contaba con una mayoría de izquierdas ni de derechas, pero que el único partido capaz de articular acuerdos era el PSOE.

Ante el hecho de que el portazo de Junts vuelve a poner en duda esta capacidad recortando la agenda del Gobierno en avances laborales, como ya hizo en materia de fiscalidad, en Moncloa cambian ahora de estrategia para conformarse con visibilizar su programa y confrontarlo con el resto de grupos parlamentarios. Es por ello que se ha tomado la decisión política de no retirar del pleno la votación de este miércoles. “Es una medida con amplísimo consenso de la ciudadanía. Está bien que cada uno se retrate, quiénes son los buenos y los malos”, explicaba a este respecto un ministro socialista.

“Este avance social merece ser debatido y merece foco mediático”, justificaban por su parte desde Moncloa. Se prioriza el debate, esto es, mostrar su programa electoral, “aunque pierdas”. “Elegimos las batallas”, concluían las mismas fuentes. En público, la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, se refería a que una derrota en una de sus leyes estrella, no supondría un “punto y final, sino un punto y seguido” para destacar la importancia de que “cada uno se retrate”.

El cambio de estrategia del Gobierno es patente. El pasado mes de julio se optó por recular en algunas de sus leyes estrella para evitar visibilizar su debilidad parlamentaria y las dificultades para continuar adelante con la legislatura debido a la aritmética parlamentaria. Ahora, se prioriza con dar cuenta a los electores de lo que un miembro del Ejecutivo compara con “quienes son los buenos y quienes los malos”. Esto es, “quienes votan a favor y quienes en contra de los derechos de la gente”.

Las mismas fuentes del Gobierno remarcaban en este sentido que la reducción de la jornada laboral es “una medida con amplísimo consenso de la ciudadanía”. Más que un órdago para presionar a sus socios, se trata de una forma de enfrentar programas.

Con los trabajadores o con PP y Vox

Desde Podemos llevan semanas lanzando el mensaje de que la intención del Gobierno con la decisión de presentar los Presupuestos, aun sin garantías previas de apoyo de los grupos, tiene que ver con una “excusa” para dar cuenta de su programa electoral y convocar elecciones bajo esa hoja de ruta. Hacerlo, además, culpabilizando a quienes voten en contra de su hoja de ruta progresista. Una tesis que desechan desde el Ejecutivo y el propio Sánchez ha asegurado que aunque el Congreso tumbe los Presupuestos seguirá adelante con la legislatura.

El rechazo confirmado por Junts al ministerio de Trabajo este lunes ni siquiera sorprendió en Moncloa. “Llevan mucho tiempo expresando su posición política en su programa”, reconocen. De ahí que el Gobierno parezca querer darle la vuelta a la tortilla y escenificar quién está en el arco progresista y quién en el conservador. Forzar una suerte de dicotomía entre estar “con los trabajadores” o con PP y Vox. “Los que voten en contra están en su derecho, pero plantear este debate es una toma de posición”, alegan fuentes del Gobierno para añadir que “merece la pena pelearnos por ella”.

«Es importante que cada grupo se retrate y traslade a los trabajadores cuál es su posición», insistía desde la sala de prensa del Palacio de la Moncloa este martes la portavoz del Gobierno para asociar los avances sociales con las siglas del PSOE. Sin dejar de reconocer que “parece que la votación no va a salir”, Alegría se daba por satisfecha con asociar la seña de identidad de este Gobierno con trabajar para «mejorar las condiciones de vida la clase trabajadora».

La justificación de Junts

La portavoz de Junts per Catalunya, Míriam Nogueras, convocó de manera extraordinaria a la prensa en el Congreso de los Diputados, la víspera del debate de las enmiendas de totalidad sobre la reducción de la jornada laboral. Lo hizo para denunciar una ausencia de voluntad negociadora por parte del Gobierno de Pedro Sánchez, al que acusó de no haber querido aceptar medidas complementarias a esa reducción, como algunas, explicó, para combatir el “absentismo”, a su juicio una lacra que sufren los empresarios. Nogueras, acompañada en la sala Clara Campoamor del Congreso de todos los diputados de Junts, lanzó una diatriba contra una norma negociada a su juicio “solo son los sindicatos españoles” y que según alertó supondría un duro golpe, enumeró, “para el peluquero, para el mecánico de taller o para el carnicero”. Abundando en su mensaje, dijo que el primero de esos ejemplos no es “el dueño de Loreal”, que el segundo no es el propietario “de Ferrari” y que el tercero no es el dueño “de Mercadona, collons”, afirmó en tono coloquial.

Sin embargo, negó estar en contra de la reducción de la jornada, si bien dijo que no se puede obligar a aceptarla a quienes según su diagnóstico no la pueden asumir por el tamaño de sus compañías.

La portavoz del partido liderado por Carles Puigdemont, que desvinculó esta cuestión de “otras carpetas” como la negociación de los Presupuestos, acusó a los promotores de la reducción de la jornada de lanzar un mensaje “fácil” que oculta el coste que para el Estado del bienestar tendría una reducción total de la semana laboral hasta las 37 horas y media. Nogueras presumió de la “cultura del esfuerzo” propia de Catalunya y afirmó que “esta ley está hecha de espaldas a Catalunya. Y todo lo que está de espaldas a Catalunya está contra Catalunya”, sentenció. Según explicó, para recabar su apoyo a la norma “hubiera sido tan fácil” como “excluir a la pequeña y la mediana empresa”.

Suscríbete para seguir leyendo

Más noticias
Noticias Relacionadas