El Gobierno nacional decidió posponer pagos adeudados a las principales petroleras que operan en el país, a cambio de sostener los subsidios al gas en pleno invierno, y en el marco de las elecciones nacionales de octubre. De esta manera, Javier Milei también enfrenta problemas con uno de los segmentos más dinámicos de la economía.
Según detallaron fuentes del sector, la deuda acumulada por el Estado ronda los 450 millones de dólares y prendió las alertas en compañías como YPF, Tecpetrol, Pan American Energy y TotalEnergies, entre otras, en defensa de sus intereses en medio de la crisis económica que atraviesa el país, con una marcada escasez de divisas.
Las firmas advierten que la falta de pago puede afectar futuras inversiones en Vaca Muerta y reclaman al Ministerio de Economía una salida que no implique licuar las obligaciones en pesos.
Días atrás, la Cámara de Exploración y Producción de Hidrocarburos (CEPH) y de la Cámara Argentina de Energía (CADE), que nuclean a las principales empresas productoras del país, enviaron cartas a la Secretaría de Energía y a la de Hacienda para reclamar por los pagos atrasados.
Las petroleras habían cursado previamente intimaciones individuales a Enarsa. “La reiteración de estas faltas impacta severa y negativamente en el flujo de fondos previsto en las inversiones de nuestros asociados”, según las entidades.
Aunque desde el Ejecutivo aseguran que cumplirán los compromisos de manera gradual, la tensión con el sector crece y la preocupación sobre la sustentabilidad del programa económico también.
Las empresas advierten que la incertidumbre podría condicionar la llegada de capitales extranjeros y complicar los planes de expansión energética, un factor clave para la generación de divisas en un momento crítico por la caída de reservas y ante la ausencia de un esquema que permita el ingreso urgente de dólares frescos.