Hasta este lunes en el Abierto de Estados Unidos Jaume Munar solo había cedido un set, un recorrido decidido que, por primera vez en un grande, llevaba al mallorquín hasta la ronda de octavos y alimentaba la esperanza. Este lunes, el sueño se deshizo en pedazos frente a Lorenzo Musetti, el 10 del mundo.
Munar ha chocado contra un jugador que en la Louis Armstrong ha exhibido tanta firmeza y brillo como el mármol de su Carrara natal. Pero algo más parecía deshacer al de Cala Figuera, y conforme se deshacía en la pista corrían por las gradas rumores de fiebre, de un catarro, algo que daría sentido a ese vaciado de la fuerza y la magia que el español, 44 del mundo, había estado exhibiendo en su primera semana.
Luego Munar lo confirmaba. llevaba días con «medio faringitis», yendo «un poquito al límite», tomando medicación y durmiendo poco. Y todo estalló en el peor momento.
Si acabó el partido fue «realmente por orgullo«, según explicaba luego a los periodistas españoles. «Llevo mucho tiempo trabajando par para estar en esta posición y estaba más frustrado que otra cosa por no poder competir de tú a tú, pero creo que se lo debía a toda la gente que estaba ahí fuera y me debo a mí mismo la oportunidad al menos de de estar ahí, de de dar la cara hasta el final». De hecho, entre la profunda tristeza, trataba de explicar que «por un lado quería que terminara y por un lado quería que no terminara nunca»,
Musetti, que debía haber sentido que su rival no se encontraba al 100%, no obstante se felicitaba en la pista tras su victoria y llegaba a definir ese segundo set de rosco como «el mejor» que ha jugado «en su vida». Munar era más elegante en la pequeña sala de prensa. Pese a su estado físico, ponía el acento en el » grandísimo rival» y en el «muy buen nivel» del italiano. «Todo el mérito lo ha tenido él ha hecho un partido serio, ha estado como tenía que estar», ha dicho. «Ha demostrado muchas veces que es un jugador muy bueno y que además gestiona momentos de ese calibre muy bien«.
Sinner o Bublik
El estado físico de Munar ayudaba sin duda a explicar el 6-3, 6-0 y 6-1 que Musetti ha cincelado en solo hora y 37 minutos, sin que nunca haya habido una opción para el mallorquín. Y el marcador entre ambos, donde era el español de 28 años el que llevaba ventaja de dos victorias frente a una del italiano, cinco años menor, se iguala.
Es Musetti el que se ha ganado la plaza en unos cuartos que pueden llevarle a un reto con su compatriota Jannik Sinner, salvo que en el duelo por la noche en Arthur Ashe diera una sorpresa inesperada el kazajo Alexander Bublik.