El río Suquía, cuya fuerza depende en gran parte de las lluvias que alimentan el lago San Roque, comienza a ser monitoreado con tecnología de última generación. En el marco del Desafío de Innovación Abierta Río Inteligente, la Municipalidad de Córdoba dio el primer paso con la instalación de un sensor IoT en un punto estratégico de la Costanera.
El dispositivo fue colocado en la intersección de calle Ibarbalz y Costanera Norte, un sector identificado como crítico ante eventuales crecidas. Se trata de un sensor con tecnología LoRaWAN, capaz de medir en tiempo real la altura del agua, emitir alertas automatizadas y accionar a distancia barreras de seguridad que se bajarán en situaciones de riesgo. El sistema también contempla cartelería electrónica y sirenas que advertirán a conductores y vecinos.
La propuesta fue desarrollada por la startup Pampa 4, ganadora del desafío Pampa 4 impulsado por CorLab —el laboratorio de innovación pública y govtech de la Municipalidad de Córdoba— con apoyo del BID Lab.
Previo a la instalación, un estudio técnico realizado junto a la Universidad Nacional de Córdoba y Defensa Civil permitió relevar la profundidad del río en diferentes sectores. Ese mapeo es clave para calibrar los sensores y definir los niveles de activación de las alertas.
El sistema se integra a una plataforma inteligente alojada en la infraestructura municipal, desde donde se podrán visualizar en tiempo real las mediciones y el estado de las barreras. Además, la solución articula con la Secretaría de Gobierno y la Subsecretaría de Movilidad y Tránsito, en el marco de una política de ciudad inteligente que busca reducir riesgos y proteger a la población.
Con este avance, Córdoba da un paso estratégico hacia la prevención: anticipar las crecidas del Suquía, que tantas veces sorprendieron a la ciudad, ahora será posible gracias a la tecnología aplicada a la gestión urbana.