Dos presos que cumplían condena en la cárcel de Cruz del Eje y son considerados internos de «alta peligrosidad» fueron trasladados al penal de Ezeiza, en el marco de un convenio articulado entre el Servicio Penitenciario de Córdoba y el Ministerio de Seguridad de la Nación.
El procedimiento se concretó esta madrugada, estuvo supervisado por el ministro de Seguridad de la Provincia, Juan Pablo Quinteros y el jefe de Policía, Leonardo Gutiérrez y sumó la participación de cuerpos especiales como E.T.E.R. y la Sección Infantería, quienes «encapsularon» la unidad de traslado que llevaba a los detenidos.
Se trata de Carlos «La Chancha» Minuet y Pablo Pino, vinculados a recientes detenciones en Unquillo y la ciudad de Córdoba, donde se desbarató un arsenal de armas, incluyendo armamento reglamentario. Se sospecha que las operaciones eran orquestadas desde la cárcel de Cruz del Eje y se dispuso que permanezcan alojados en la cárcel de máxima seguridad de Ezeiza.
Los internos estarían vinculados a asociaciones delictivas en toda la provincia y cuentan con antecedentes por narcotráfico, homicidio y privación ilegítima de libertad.
En el marco del operativo, se detuvo un vehículo marca VW Bora (conducido por un hombre de 40 años) quien llevaba un arma calibre .22 marca Bersa y 50 cartuchos. Asimismo, se logró la aprehensión de dos sujetos que previamente habían ingresado a un domicilio sin moradores y que se encontraban en las inmediaciones del lugar.
El ministro de Seguridad, Juan Pablo Quinteros, afirmó: «Este fue un trabajo en conjunto entre el Ministerio de Justicia y Trabajo y el Ministerio de Seguridad, donde durante varios días estuvimos planificando. Fue un traslado de altísimo riesgo. Por eso se tomaron todas las precauciones y previsiones del caso y lo hicimos conjuntamente entre el Grupo de Operaciones Tácticas del Servicio Penitenciario, el ETER y unidades especiales de la Policía de Córdoba».
«Todo se desencadenó luego del operativo del 8 de julio en Unquillo, donde el ETER fue recibido con disparos de 9 milímetros y fusiles fal. Esto precipitó los hechos, pues se evalúa y se estudia que estos presos estén vinculados a una banda de sicarios que operaban afuera, pero que eran manejados desde adentro del Servicio Penitenciario. Por eso nos parece importante y trascendente para la seguridad de los cordobeses que estas dos personas hayan sido trasladadas a una cárcel de máxima seguridad, mientras se finaliza con la cárcel de máxima seguridad en Córdoba»; finalizó.