Cuatro menores de edad han sido condenados por un delito de odio por despreciar, insultar y perseguir por la calle en reiteradas ocasiones durante más de un año a un chico transexual, también menor de edad, al que le hacían la vida imposible. Como consecuencia del acoso y hostigamiento al que le tenían sometida por su transfobia, el menor se vio forzado a cambiar de centro escolar y abandonar el municipio de la Vall d’Albaida en el que residía, y que este diario no revele para proteger el anonimato de la víctima, mudándose a otra localidad.
Además, uno de los expedientados le agredió físicamente después de una pelea en la que se vieron implicados el grupo de amigos de la víctima y otro en el que se encontraban algunos de los menores expedientados (término que designa a los acusados en la jurisdicción de menores). Por estos hechos, el Juzgado de Menores número 4 ha condenado a los cuatro menores encausados en estos hechos por un delito de odio.
Menospreciada «a causa de su transexualidad»
Según recoge la sentencia, ya en firme tras el acuerdo de conformidad alcanzado este lunes, desde abril de 2023 a abril de 2024, tres de los menores expedientados sometieron al menor, nacido en 2008, a una «situación de continuo menoscabo y menosprecio a causa de su transexualidad, con continuos insultos y persecuciones» por las calles de la localidad. Estos hechos, añade la resolución judicial, motivaron el cambio de centro escolar y de población de residencia por parte de la víctima.
Los hechos que resultaron determinantes para tomar esta decisión se produjeron el 28 de abril de 2024. Mientras el menor estaba en un parque con varios de sus amigos, se inició una discusión entre su grupo y otro en el que se encontraban algunos de los menores que ahora han sido condenados. El altercado derivó en una pelea en la que un menor, el cuarto procesado, golpeó a la víctima, provocándole distintas lesiones de levedad, entre ellas rasguños en el tríceps y en la oreja, un hematoma en el labio y un traumatismo craneoencefálico que le hizo perder la conciencia.
La jueza les impone libertad vigilada
Por todos estos hechos que los acusados han admitido ante el Tribunal, la jueza impone a dos de los menores la medida de nueve meses de libertad vigilada como autores de un delito contra los derechos fundamentales. La sentencia, ya en firme tras el acuerdo de conformidad alcanzado entre las partes, les prohíbe aproximarse a menos de 300 metros de la víctima ni comunicarse por cualquier medio con él durante nueve meses.
Por su parte, a un tercer menor se le impone la medida de cuatro meses de libertad vigilada por este mismo delito, mientras que al cuarto expedientado se le impone la misma medida, pero en su caso como autor de un delito leve de lesiones.