AES cumplió 30 años en el país y lo celebró en la residencia del embajador Stanley. «Yo me quiero quedar acá», dijo su presidente en obvia referencia a la incertidumbre con algunos de sus activos, como una represa en Neuquén.
«En tiempos que muchas multinacionales se han ido, AES quiere continuar en la Argentina, yo me quiero quedar acá, quiero que mis hijos se queden acá«, dijo Martín Genesio y fue muy aplaudido esta noche en el Palacio Bosch, la residencia del embajador de Estados Unidos.
Genesio es el presidente de la estadounidense AES que celebró sus 30 años en el país. Claro que lo hace justo cuando se venció una concesión y el Gobierno amenazó con quedarse con uno de sus activos en el sur.
“Hace 30 años era inimaginable que una empresa de generación eléctrica iba a crecer a un promedio del 8% anual”, entusiasmó Genesio quien no se privó de referirse a la situación social. “Por varias razones sucedidas en mucho tiempo, Argentina tiene hoy a la mitad de la población bajo la línea de pobreza, más de la mitad de esa gente son jóvenes menores de 18 años y más de la mitad de los jóvenes menores de 18 años son pobres. Seguramente esto tampoco era imaginable hace 30 años”, completó.
AES genera un 10% de la electricidad que tiene Argentina. Su primera incursión fue en la central de San Nicolás, la segunda planta que esa empresa estadounidense compró fuera de Estados Unidos y la primera en América latina. “Esa central térmica estaba casi fuera de servicio por su estado, hoy es un pilar en la generación eléctrica argentina”, expresó Genesio.
Pero el Estado nacional decidió no renovar las concesiones de las represas hidroeléctricas en los ríos Limay y Neuquén. AES posee allí Alicurá. La secretaría de Energía instruyó a la estatal Enarsa a que se haga cargo de esas represas. El martes, Energía definió que Enarsa será veedora de Alicurá, El Chocón, Arroyito, Cerros Colorados y Piedra del Águila (cuyo contrato es el único que vence el 29 de diciembre), y estableció una extensión de 60 días corridos para las concesiones. Esta situación puede,extenderse hasta un máximo de 120 días, según una resolución oficial.
Alicurá es la represa hidroeléctrica de esta zona de confluencia entre Río Negro y Neuquén que más electricidad aporta al sistema eléctrico. La represa fue de Hidronor, que en 1993 la concesionó al fondo Southern Cos. En 2000, la estadounidense AES compró esa operación.
“El margen es bajo. Nos conviene tenerla en nuestro portfolio (AES posee 11 centrales) porque queremos fuentes limpias entre nuestros activos», explicó Genesio. De hecho, AES mira otras represas que no son suyas con interés para quedárselas. El Estado explora la posibilidad de tomar la posesión de las represas, pero delegar en privados la «operación y mantenimiento» de las mismas. AES no parece querer optar por esa posibilidad.
Con 11 plantas en 4 provincias, el portfolio de la compañía incluye “la central más versátil e importante del país, la de San Nicolás. Tenemos la única central con capacidad de conectarse a dos países, la línea de transmisión internacional más alta del mundo y el único parque eólico en Neuquén.
En la recepción la conversación y la preocupación giró en torno a la tensión con el FMI que asomó ayer. La pregunta compartida era «hasta dónde se puede estirar esa cuerda».
Uno de los más consultados fue el ex negociador de la deuda Daniel Marx junto a Facundo Gómez Minujin, CEO de JP Morgan. Otros proyectaban números del sector energético, desde Daniel Gerold, Doris Capurro, Claudio Cunha. En tanto Paula Altavilla, Sergio Kaufman, Sofía Vago y Alejandro Díaz hacían diferentes apuestas ante la proximidad de las PASO.