InicioSociedadMilei, su ajuste y el voto popular

Milei, su ajuste y el voto popular

Muchos observadores de la política relatan con asombro lo que denominan la decadencia de Cristina Kirchner. Se fundan en que fue dos veces presidenta de la Nación, luego vicepresidenta y ahora aspira a transformarse en, apenas, legisladora provincial.

Lo que debería llamarnos la atención, en todo caso, es la vigencia que aún conserva, si tenemos en cuenta, además de la situación desastrosa a la que llevaron al país sus gobiernos, su propio prontuario, sus condenas por defraudación al Estado y todos los casos comprobados de apropiación indebida de recursos públicos.

Sin embargo, con estos pesados antecedentes, aún mantiene una adhesión estimada entre el 25 y el 30% de los votos nacionales y, probablemente, un porcentaje mayor en la provincia de Buenos Aires, especialmente en las zonas más pobres del conurbano.

Política

Elecciones 2025. Finalmente, Cristina Kirchner y Axel Kicillof se reunieron para destrabar una estrategia de unidad

A quienes observan la política desde la pura razón de la clase media, les parece inconcebible esta persistencia de una parte robusta del voto popular. Macri subestimó este fenómeno y, en tono burlón y despreocupado, se preguntaba acerca de quién podría votar a Cristina Kirchner. Fue derrotado en primera vuelta de un modo aplastante.

Ahora, Javier Milei razona del mismo modo y deja caer el proyecto de ficha limpia para instalar a la expresidenta como jefa indiscutible de la oposición. Supone que esa circunstancia favorecerá las chances electorales del oficialismo.

Es probable, sin embargo, que la Corte Suprema impida que esto ocurra. Existen firmes indicios de que el máximo tribunal fallará en pocos días y dejará a Cristina fuera de la próxima batalla electoral, al convalidar el fallo condenatorio que ya superó dos instancias.

Política

Justicia. Vialidad: la Corte Suprema rechazó la recusación de Cristina Kirchner y ya se puede definir la causa

Pese a que existe una cantidad creciente de dirigentes del propio peronismo que la consideran “piantavotos”, el partido no ha logrado generar una nueva conducción y tampoco (lo más importante) logró construir una nueva visión de la Argentina y de sus problemas clave distinta de la que viene proponiendo desde la instalación de los Kirchner en 2003.

De tal modo, la distinción entre peronismo y kirchnerismo carece de sentido. El kirchnerismo es la versión del peronismo predominante y aún exclusiva del último cuarto de siglo.

El grueso de los sectores más pobres de la Argentina piensan que sólo los gobiernos peronistas pueden mejorar su condición social a fuerza de planes, subsidios y aportes diversos. Pero perciben también que se benefician con un gasto público sin control, que difunde un cierto nivel de actividad económica aunque ello siempre desemboque en inflación y crisis.

Política

Elecciones 2025. Luis Juez habló de la candidatura de Cristina Kirchner en Buenos Aires: Es un animal político

La otra visión, inaugurada por Carlos Menem y Domingo Cavallo y transitada por Macri, supone la búsqueda de una economía más ordenada, la eliminación del déficit presupuestario, una disminución del gasto público. Este camino es tortuoso: siempre implica restricciones en el gasto de las familias y un menor nivel de actividad económica que golpea los bolsillos.

Estos dos modos de concebir la política nacional se alternan. Así, el territorio conquistado en las correcciones luego se pierde, y de vuelta a empezar. Macri no pudo ratificar su mandato porque sus ajustes (aumento de los servicios públicos, aplastamiento del nivel de actividad) generaron rechazo. Y, como los beneficios de este camino nunca son inmediatos, fue desplazado del poder.

Hay indicios de que con Milei las cosas pueden ser distintas. Esta vez, el ajuste está siendo soportado con protestas y quejas, pero sin abdicar del rumbo elegido. La inflación no cesó, el nivel de actividad ha caído, los ingresos disminuyeron, las jubilaciones han sido muy castigadas pero parece sostenerse la adhesión al programa en marcha, pese a los perjuicios padecidos por los votantes.

En este sentido, los comicios en la provincia de Buenos Aires pueden ser una prueba de fuego acerca del estado actual del humor popular. Podría observarse que en las elecciones de medio término Macri arrasó, y perdió catastróficamente las presidenciales, dos años más tarde. Pero es distinto. En la primera mitad de su gobierno, el ajuste de Macri fue suave, tenue. Cuando se sintió ratificado tras su triunfo en todo el país en 2017 (y cuando ya no consiguió financiamiento externo) encaró finalmente el ajuste, con los resultados conocidos. Milei, en cambio, lo inició desde el primer día y aun así mantiene un alto nivel de adhesión.

Negocios

Ronda de negocios. Baja la inflación, pero siguen altos los costos para producir

Su carta de victoria es la baja en la inflación, sostenida en un tipo de cambio artificialmente bajo y, por lo tanto, insostenible a lo largo del tiempo. Mientras tanto, los votantes le reconocen el alivio que significa la reducción del índice de precios. Con casi el 40% del electorado de todo el país, los comicios de Buenos Aires nos darán una idea clara de dónde están parados Javier Milei y Cristina Kirchner en el aprecio popular.

Más de Opinión

Más noticias
Noticias Relacionadas