La salsa de champiñones es un clásico que suele fallar en dos puntos: champiñones apagados de sabor y una salsa que se oscurece. Esta versión resuelve ambos problemas con una técnica simple y efectiva. El resultado es una salsa blanca, aromática y profunda, ideal para pastas largas o rellenas.
Los dos trucos fundamentales
Antes de ir a la receta, vale la pena entender qué hace diferente a esta salsa:
Pelar los champiñones con cuchillo, no lavarlos bajo el agua
Los champiñones funcionan como esponjas. Si se mojan, absorben agua, pierden sabor y luego se hierven en vez de dorarse. Se limpian y pelan suavemente con un cuchillo, retirando la piel externa.
Activarlos en sartén seca
Saltearlos primero sin aceite ni manteca, a fuego medio-alto. Esto evapora su agua interna, concentra sabores y desarrolla notas profundas. Recién después se integran a la salsa.
Estos dos pasos cambian por completo el resultado.
Ingredientes (4 porciones)
- 250 g de champiñones frescos
- 1 cebolla chica
- 1 diente de ajo (opcional)
- 200 ml de crema de leche
- 1 cucharada de manteca
- 1 chorrito de aceite de oliva
- Nuez moscada (muy poca)
- Sal y pimienta negra
- Pasta a elección (fettuccine, tagliatelle, penne)
Paso a paso
1. Preparar los champiñones
Con un cuchillo chico, pelar los champiñones en seco, retirando la piel exterior. Cortarlos en láminas medianas.
2. Activar los hongos
Llevar una sartén amplia al fuego, sin nada de grasa.
Agregar los champiñones y saltear, moviendo, hasta que larguen su agua y esta se evapore.
Van a achicarse y tomar un color más intenso.
Retirar y reservar. Este paso es clave.
3. Base de la salsa
En la misma sartén, bajar el fuego y agregar la manteca con un chorrito de aceite de oliva.
Sumar la cebolla picada fina y cocinar hasta que esté transparente.
Agregar el ajo si se usa, solo unos segundos.
4. La crema
Incorporar la crema de leche, sal, pimienta y una pizca mínima de nuez moscada.
Cocinar a fuego bajo hasta que la salsa esté ligada y suave.
5. El final correcto
Recién ahora, fuera del hervor fuerte, agregar los champiñones activados.
Mezclar suavemente y calentar apenas un minuto.
Así se evita que la salsa se oscurezca y se mantiene blanca y elegante.
Cómo servirla
- Ideal para pastas largas, que envuelvan bien la salsa.
- Se puede terminar con queso rallado fino o un toque de pimienta recién molida.
- Si se integra la pasta directamente a la sartén con un poco de agua de cocción, la salsa se vuelve aún más sedosa.
