Hablar del Toyota Corolla es referirse a uno de los autos que mayor confianza genera entre los usuarios, tanto en Argentina como en el resto del mundo. Con más de cinco décadas de historia y millones de unidades vendidas, el sedán del segmento C se convirtió en sinónimo de durabilidad, eficiencia y bajo costo de mantenimiento. Por eso, cada vez que la marca japonesa introduce cambios relevantes, el interés del público se renueva.
En este contexto, Toyota presentó en China una actualización profunda de la actual generación del Corolla, un restyling que va más allá de lo estético y que incluye mejoras estructurales, tecnológicas y mecánicas. Se trata de una evolución pensada específicamente para el mercado chino, pero que permite anticipar hacia dónde podría ir el modelo en el futuro.
Uno de los puntos más visibles está en el diseño exterior. El nuevo Corolla adopta un lenguaje más moderno, alineado con los últimos lanzamientos globales de la marca. El frente es completamente renovado, con ópticas más estilizadas y una firma luminosa en forma de “C” que le da una identidad más agresiva y tecnológica. En los laterales aparecen nuevas llantas de aleación, mientras que la parte trasera conserva la silueta clásica, aunque con retoques que actualizan su imagen.
Más allá de la estética, una de las novedades más importantes es el crecimiento en dimensiones. Toyota extendió la distancia entre ejes hasta los 2,75 metros, cinco centímetros más que el Corolla que se comercializa actualmente en Argentina. Este cambio impacta directamente en el confort, especialmente en las plazas traseras, un aspecto muy valorado por los usuarios familiares y por quienes utilizan el auto a diario.
El interior también muestra una evolución clara. El habitáculo incorpora un diseño más limpio y horizontal, con mayor protagonismo de las pantallas. El tablero es completamente digital, con una pantalla de 8,8 pulgadas, mientras que el sistema multimedia central alcanza las 12,9 pulgadas, reforzando la sensación de auto moderno y bien equipado. La reducción de botones físicos y la mejora en materiales acompañan esta puesta al día.
En el apartado mecánico, la gran protagonista vuelve a ser la tecnología híbrida, uno de los pilares del éxito del Corolla en nuestro mercado. En la versión presentada en China, el sistema combina el motor naftero 1.8 de ciclo Atkinson con un nuevo impulsor eléctrico, logrando una potencia total de 137 caballos, por encima de los 122 CV del híbrido regional. Además, Toyota anuncia un consumo promedio de apenas 4,1 litros cada 100 kilómetros, un dato que refuerza su perfil eficiente.
Para quienes prefieren una mecánica convencional, también se ofrece una variante naftera 2.0 de 171 CV, asociada a una transmisión automática CVT con relaciones simuladas, una configuración similar a la que ya se conoce en otros mercados.
Por el momento, Toyota no confirmó si esta actualización llegará a Sudamérica ni cuándo podría hacerlo. Sin embargo, el impacto del nuevo Corolla chino vuelve a poner en primer plano a un modelo que, generación tras generación, sigue siendo una referencia. En un mercado cada vez más competitivo, el Corolla demuestra que la confianza construida a lo largo del tiempo sigue siendo uno de sus mayores activos.