Este 2025 que llega a su fin quedará en la memoria de nuestra ciudad como un año de avances tangibles y proyectos estratégicos que están llamados a marcar un antes y un después en el desarrollo de Córdoba.
Uno de los hitos más relevantes ha sido el impulso al proyecto de la Base Logística del Ejército de Tierra (BLET). Hace apenas unos días, el Ministerio de Defensa ha licitado el contrato central para la construcción de la primera fase de esta instalación por casi 395 millones de euros, con un plazo de ejecución de tres años y que permitirá poner en marcha una infraestructura de gran impacto económico y social en la provincia.
Más allá del debate estéril sobre de quién es el mérito de que la BLET haya aterrizado en Córdoba, lo importante es que la sociedad cordobesa tome conciencia de lo que puede traer a nuestra tierra una instalación de estas características.
Este proyecto no solo representa una inversión histórica en la que participan todas las administraciones, sino que ha generado ya efectos colaterales muy positivos. Por un lado, la oferta de Formación Profesional vinculada directamente a la base, con más de 2.100 plazas en 31 ciclos, lo que abre oportunidades formativas y laborales para los jóvenes en sectores clave como la logística, la mecánica o la electrónica. De otra parte, la firma de convenios para desarrollar prácticas de FP dual en dependencias vinculadas a la BLET fortalece la conexión entre educación y empleo en nuestro sistema productivo.
Además, la ciudad ha dado pasos importantes con el anuncio de la apertura de una academia 4.0, orientada a formar talento en logística avanzada y tecnología aplicada, vinculada tanto a la Base Logística como al sector productivo en general. Estas iniciativas sitúan a Córdoba en un lugar estratégico como ‘hub’ logístico y tecnológico en Andalucía. Ahora sólo nos queda creérnoslo de verdad.
A ello se suma que, a lo largo de este año, ya se han anunciado y activado iniciativas empresariales directamente vinculadas a la Base Logística, con compañías que han comenzado a posicionarse como proveedoras y colaboradoras en ámbitos como la logística, la tecnología, el mantenimiento o los servicios avanzados. Un movimiento que anticipa creación de empleo, inversión y un efecto tractor sobre el tejido productivo local, y que confirma que la BLET no es solo un proyecto de futuro, sino una oportunidad económica que empieza a materializarse.
La BLET es la muestra palpable de que en Córdoba estamos mejor que hace un año, no hay duda. Pero todo ello no debe dar lugar a la relajación, porque todavía quedan asuntos pendientes que, en mayor o menor medida, están ligados a la base. Y me refiero a la importancia de las infraestructuras, esas por las que la provincia lleva peleando desde hace años y sobre las que tendremos que seguir insistiendo en el futuro.
Así, en este 2025 que cerramos, seguimos teniendo en nuestro debe un impulso más enérgico al corredor central ferroviario; o la reforma definitiva de la Autovía de Andalucía (A-4), incluyendo una nueva Ronda de Córdoba, sin olvidar que parece que queda aparcado, una vez más, el desdoble de la N-432 entre Badajoz, Córdoba y Granada. A ellas hay que sumar que la Autovía del Olivar no despega, la conexión de la Variante con la carretera de Palma del Río o el desplante permanente a los empresarios que reclamamos unir por autovía Córdoba y Jaén a través de la A-306.
Tampoco podemos obviar que Córdoba no escapa a las preocupaciones generales de la ciudadanía en aspectos como la salud, la falta de vivienda, el desempleo, la pérdida de poder adquisitivo de las clases medias, la corrupción o una polarización de la política que está contaminando a gran parte de la sociedad.
Y, por supuesto, que el éxito de los nuevos proyectos no nos lleve a olvidar a nuestros sectores productivos tradicionales, como son los servicios y el primario, que son la base económica de esta tierra y a los que hay que cuidar con mimo.
Tenemos motivos para sentirnos moderadamente satisfechos por los logros alcanzados, pero no podemos detenernos a mirarnos el ombligo y pensar que todo está ya hecho. Que el 2026 sea al menos tan fructífero como este ejercicio que cerramos y que no cejemos en el empeño de pelear por lo mejor para Córdoba. Seguro que así nos irá mejor.
*Presidente de la Federación Provincial del Comercio (Comercio Córdoba), vicepresidente de la Confederación de Empresarios de Córdoba (CECO) y presidente de la Confederación Comercio Andalucía.
