El president de la Generalitat, Salvador Illa, ha comparecido este sábado ante el consejo nacional de su partido, el PSC, donde ha aprovechado para hacer balance del 2025 pero, sobre todo, para proyectar los retos del 2026. En este sentido, ha garantizado que a principios de año se pondrá sobre la mesa la propuesta para que Cataluña tenga una nueva financiación. Eso sí, ha avisado a los dirigentes de su partido de que tendrán que defender el nuevo modelo a capa y espada ante las turbulencias que, según ha anticipado, intentarán provocar desde el PP.
«Habrá mucho ruido, pero avanzaremos», ha proclamado en un discurso de media hora ante los cuadros de la formación. Illa ha explicado que el nuevo modelo será «singular», es decir, con especificidades para Cataluña, pero también «solidario» con el resto de comunidades autónomas. «No es incompatible», ha asegurado. También se ha comprometido a seguir presionando para que 2026 sea el año en que se acabe aplicando definitivamente la ley amnistía, que aún está pendiente para líderes como Carles Puigdemont (Junts) y Oriol Junqueras (ERC).
Tener una nueva financiación es clave para Illa no solo para que la Generalitat disponga de más de recursos, sino también para darle un impulso a la legislatura en Catalunya. ERC, su socio en el Parlament junto a los Comuns, ya ha dicho que solo negociará los presupuestos del año que viene si hay un nuevo modelo que mejore los ingresos de la administración catalana. Aunque nadie puede garantizar el desenlace, Illa se ha recetado un 2026 con «confianza» y «esperanza» ante «los que dicen que esto no lo podemos hacer».
«Cabeza alta» de los socialistas
El hilo conductor del discurso del president ha sido el de apelar al orgullo de ser socialista en un momento complicado no tanto para el PSC, sino para el PSOE, partido al que se le acumulan los escándalos y que se enfrenta este domingo a unas elecciones en Extremadura con previsiones poco halagüeñas. Así, ha defendido que los indicadores socioeconómicos en España y en Cataluña -crecimiento económico, PIB, desempleo, etc.- siguen siendo buenos y sus perspectivas también. «No somos perfectos ni pretendemos serlo, pero podéis miraros al espejo con la cabeza alta y deciros a vosotros mismos: soy socialista«, ha dicho.
Illa y Ayuso en una imagen de archivo. / Alberto Estévez / EFE
Illa ha combinado la defensa de sus políticas con otra fórmula a la que acude a menudo: confrontar con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. De nuevo, ha vuelto a cargar las tintas contra esta líder popular, a quien ha acusado ser una alumna aventajada de Trump en Europa. En su lista de reproches ha incluido los de «querer convertir los hospitales en centros de negocio» y «negar la dignidad contra quienes lucharon contra Franco». «Son los de la codicia sin límite, los de la explotación global», ha concluido.
Tenemos que ir hacia unos estados unidos de Europa con una técnica que se llama federalismo
Salvador Illa
— President de la Generalitat
Pese a las críticas a Ayuso, para el president Illa los grandes seguidores de Trump en Europa es la extrema derecha, a la que ha acusado de ser «quintacolumnista» en contra del proyecto europeo. «No podemos arrugarnos ante estos quintacolumnistas, nuestros valores son muy superiores», ha reclamado. Su estrategia es que, allá donde la extrema derecha abona «la emoción y la sospecha», el socialismo debe hacer bandera de la «verdad y la sabiduría».
Reivindica a Maragall… y a Pujol
El president ha empezado su intervención recordando que este sábado se cumplen 22 años de que el Pasqual Maragall fue investido presidente de la Generalitat. Fue el primer miembro del PSC en llegar a este cargo. La efeméride le ha servido para reivindicar el legado del también exalcalde de Barcelona, sobre todo, en cuanto a la defensa que siempre practicó de un proyecto federalista tanto para España como para el conjunto de Europa. «Tenemos que ir hacia unos estados unidos de Europa con una técnica que se llama federalismo: unidad en la diversidad«, ha expuesto.
La presidencia de Maragall acabó con 23 años de pujolismo, pero esto no ha sido un obstáculo para que Illa también haya reivindicado este sábado el legado de Pujol. Lo ha hecho en dos ocasiones. Primero, recurriendo a una de las expresiones más recordadas del exlíder de CiU: «Qui s’han cregut que som –Quién se han creído que somos-«, ha dicho durante su intervención. Luego, ha elogiado al «catalanismo integrador que practicaba Pujol». En su particular homenaje a antecesores suyos en el cargo, también ha citado la presidencia «eficaz» de Montilla y la presidencia «institucional» de Tarradellas.
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