InicioSociedadEl póker de Mbappé evita una tragicomedia del Real Madrid en Atenas

El póker de Mbappé evita una tragicomedia del Real Madrid en Atenas

El Real Madrid volvió a saborear la victoria, la primera en Atenas en Champions, en un duelo en el que los cuatro tantos de Mbappé evitaron la tragicomedia blanca. El póker goleador de Kylian, con la complicidad de un incontenible Vinícius, salvó al Madrid en un partido que comenzó perdiendo y en el que terminó pidiendo la hora encerrado en su área con una defensa de papel. Lo mejor fue el resultado, porque defensivamente volvió a desmoronarse y futbolísticamente Valverde, Camavinga o Bellingham siguen ofreciendo su versión más mediocre.

Se plantó en Atenas el Madrid convertido en una caja de ruidos en la que Xabi puso el foco en los jugadores. Mientras Mendilibar mandó a Olympiacos apretar arriba suicidamente, consciente de la zaga de circunstancias del Madrid, que regalaba balones en la salida con Carreras y Asencio sacándose la pelota de encima. Solo Vinícius mostraba personalidad, porque Mbappé no se había sintonizado aún. Ocho incómodos minutos pasaban para los blancos cuando una triangulación entre Chiquinho, Mouzakitis y El Kaabi en el balcón del área retrató a Tchouameni, Valverde, Camavinga, Asencio, Carreras y Trent, todos espectadores de lujo en un rondo que terminó con un derechazo de primeras del portugués para batir a Lunin.

La tormenta perfecta de Mbappé

Sin embargo, descubrió el Madrid que el partido estaba a la espalda de la defensa local. Debía saltarse la presión llevando el balón arriba lo más rápido posible, preferentemente a Vinícius o pasando por los pies de Arda. Hasta que en el minuto 22 el brasileño regaló una asistencia monumental que dejó a Kylian ante Tzolakis para empatar. Apenas 120 segundos después era Guler quien ponía la pelota en la cabeza del francés para anotar el segundo. El Madrid había encontrado antes el gol que el fútbol. Hasta el punto que cinco minutos más tarde celebraba el ‘hat-trick’ más rápido de la carrera de Mbappé (seis minutos y 43 segundos), tras otro pase al espacio, esta vez de Camavinga. La tormenta perfecta blanca la coronó Vinícius con un latigazo que cerró diez minutos de tromba, pero el brasileño se adelantó.

Descifrada la trampa, el choque se balanceaba entre la presión griega y el correcalles a la espalda de su defensa. Tchouameni y Vinícius pudieron ampliar el estropicio, aunque Lunin evitó un par de disgustos a Xabi. Al descanso, la pegada de Mbappé sacaba brillo al Madrid en Atenas, por más que de Mendilibar se adelantasen.

Intercambio de goles

Quiso Xabi amasar la segunda parte con la pelota en los pies apostando por Ceballos en lugar de Camavinga. Y pareció lograrlo de inicio, hasta que a los cinco minutos otro centro mal defendido fue rematado por un Taremi que entró sin vigilancia desde atrás. El gol encendió la grada del Georgios Karaiskakis y se aceleraron los latidos de un encuentro que pasaba de un área al otro sin respiro. Pero Vinícius volvió a arrancar su enésima estampida y regaló el cuarto gol a Mbappé.

El Kaabi retrató la fragilidad defensiva madridista toda la segunda parte, aunque Lunin sostenía a los sutos ante la desesperación de Xabi. Perdió el Madrid con la salida de Bellingham por Arda. Perdió el timón, perdió la clarividencia para llegar arriba y perdió, sobre todo, intensidad. La puntilla pasaba por llevar el balón a campo heleno, pero el duelo se fue acostando en el área madridista con el paso de los minutos. Llegaba fácil Olympiacos, pero le faltaba pegada. En el minuto 81 El Kaabi castigó de nuevo la indolencia blanca atrás y el encuentro terminó con los blancos colgados del larguero, pidiendo la hora y dando una imagen lastimosa. Pero Mbappé salvó a un Madrid que sigue haciendo aguas.

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