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La UE, más cerca de utilizar activos rusos congelados para financiar el apoyo a Ucrania

En plena escalada rusa, los líderes de la Unión Europea (UE) se reúnen este miércoles en Copenhague en una cumbre informal para avanzar hacia una política de defensa común reforzada, al tiempo que debaten cómo mantener un apoyo sostenido y sostenible económico y militar a Ucrania, con cada vez más voces abogando por utilizar los activos congelados rusos

Tras casi tres años de guerra, un esfuerzo económico importante a las espaldas, pero con Rusia aún como mayor amenaza, la UE busca un modelo que permita mantener el apoyo a Ucrania, sin que todo el peso caiga sobre sus finanzas. Para muchos, hacer uso de los activos congelados del Banco Central Ruso es la solución. 

«Ucrania es nuestra primera línea de defensa, tenemos que intensificar el apoyo militar a Ucrania», ha dicho la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, a su llegada a la cumbre. Su Ejecutivo plantea conceder al Gobierno ucraniano «préstamos de reparación», valorados en más de 140.000 millones de euros, usando los activos congelados. «Ucrania tendrá que devolver el préstamo si Rusia paga la indemnización» por los daños ocasionados durante la guerra, ha añadido la alemana. 

La idea de usar los activos congelados genera controversia por los posibles riesgos asociados. Sin embargo, según Von der Leyen, «está creciendo el consenso entre nosotros de que no solo los contribuidores europeos deberían pagar el apoyo a Ucrania». Rusia, ha dicho la presidenta, «debería asumir responsabilidades» como causante de los daños. Mientras el Kremlin no pague, los activos se mantendrán congelados.

El consenso

Mette Frederiksen, la primera ministra danesa, que ejerce como anfitriona, ha defendido el plan de la Comisión, del que no han trascendido demasiados detalles, como «una buena idea». Aunque reconoce que existen aún varias cuestiones legales por resolver, confía en encontrar una salida. 

«Ucrania necesita más armas, asistencia, dinero…», ha dicho el primer ministro estonio Kristen Michal desde Copenhague. Para cubrir esos gastos, Michal apuesta por hacer uso de los activos rusos congelados. También el finlandés Petteri Orpo ha defendido que este modelo garantiza un apoyo «robusto» y «sostenible» a Kiev.

«Ya hemos utilizado los beneficios, los intereses extraordinarios generados sobre esos activos», ha dicho el primer ministro irlandés, Michael Martin, en referencia a los préstamos que Ucrania recibe a través del G7, usando los mismos como garantía. Martin ha reconocido que hacer uso de los activos mismos es un reto. «Pero dada la gravedad, es una situación muy nueva, este es el escenario en el que se encuentra Europa», ha añadido. 

En los mismos términos se ha expresado el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, que ha dicho que es «inaceptable» tener estos activos, verlos como patrimonio ruso y no utilizarlos. Sobre si le preocupan las potenciales consecuencias legales, Kristersson ha asegurado que le preocupa más «el hecho de que Ucrania necesita desesperadamente más dinero»

Uno de los países que más reticencias había mostrado en el pasado, por miedo a las represalias, es Alemania. Sin embargo, la pasada semana, el canciller alemán Friedrich Merz publicó un artículo de opinión en el ‘Financial Times’ en el que se habría mostrado por primera vez abierto a apoyar la medida. 

En el artículo, Merz subrayó que «Alemania ha sido, y sigue siendo, cautelosa en la cuestión de la confiscación de los activos del banco central ruso que están congelados en Europa». Sin embargo, apostó por buscar una manera de hacer frente a estos posibles problemas, y «poner estos fondos a disposición de la defensa de Ucrania».

La oposición

Sin embargo, el presidente francés, Emmanuel Macron, ha dejado entrever que Francia no está convencida. A su llegada a la cumbre, Macron ha asegurado que Europa debe continuar siendo un lugar «atractivo». Cuando hay activos congelados, «hay que respetar el derecho internacional», ha dicho. 

Aunque el mayor opositor a la medida sigue siendo Bélgica. Buena parte de los casi 200.000 millones de euros en activos congelados rusos están en manos de Euroclear, una empresa con sede en el país. Al Gobierno belga le preocupa que, de darse represalias jurídicas, sean ellos quienes tengan que pagar la factura y devolver el dinero a Rusia

«Confiscar el dinero de [el presidente ruso, Vladímir] Putin y dejarnos los riesgos, no va a pasar. Quiero ser claro», aseguró el primer ministro belga, Bart de Wever, en los márgenes de la Asamblea General de la ONU la pasada semana, según informó la prensa belga. «Si los países ven que el dinero del Banco Central puede desaparecer cuando los políticos europeos lo consideren oportuno, podrían decidir retirar sus reservas de la zona euro», advirtió.

No solo Wever, también la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, ha advertido de los serios riesgos de una medida de este tipo. Cualquier decisión al respecto, aseguran fuentes comunitarias, requeriría unanimidad y, en cualquier caso, no llegará en esta cumbre.

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