Villa Carlos Paz. Se cumplen ocho años del fallecimiento de Matteo Ravagli Cáceres, el joven estudiante carlospacense cuya pasión por la ciencia y la astronomía dio origen al Proyecto MATTEO (Medición Automática del Tiempo de la Troposfera en Escuelas y Organismos), una iniciativa educativa y científica que hoy trasciende las fronteras de la ciudad y se replica en más de cien escuelas de toda la Argentina.
“Cada acción que emprendemos en el marco de este proyecto es un tributo vivo a su memoria. Hoy, su nombre resuena con fuerza en cientos de escuelas de distintos niveles y modalidades del país, inspirando a nuevas generaciones en el camino de la ciencia, la educación y el compromiso con la comunidad”, señalaron desde el Proyecto Matteo en esta fecha especial.
Una idea nacida en Carlos Paz que llegó a todo el país
El Proyecto Matteo nació en el Instituto Dante Alighieri de Villa Carlos Paz, donde Matteo cursaba sus estudios y ya había manifestado su vocación científica. El joven soñaba con convertirse en astrónomo y participaba activamente de los primeros ensayos de lo que luego se consolidaría como una herramienta educativa de alcance nacional.
Tras su trágico fallecimiento en 2017, docentes, investigadores y compañeros decidieron dar continuidad a ese sueño y, en 2018, comenzaron a instalar las primeras estaciones meteorológicas en Carlos Paz. Hoy, la iniciativa se extendió a escuelas de Córdoba, Buenos Aires, Santa Fe, Salta, Catamarca, Chubut, Tierra del Fuego e incluso la Base Esperanza en la Antártida Argentina.
Las estaciones permiten a los estudiantes realizar prácticas científicas mediante el uso de pluviómetros y sensores de bajo costo que aportan datos climáticos fundamentales: precipitaciones, humedad, temperatura, presión, dirección y velocidad del viento.
Ciencia, educación y comunidad
El proyecto es coordinado por un equipo interdisciplinario integrado por estudiantes, docentes, técnicos, investigadores y profesionales de distintas instituciones. Entre ellas se destacan la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la UNC, el INA-CIRSA, el Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos de Córdoba, la Administración Provincial de Recursos Hídricos, además de colegios públicos y privados de todo el país.
El docente de la UNC, Marcelo García, recordó en diálogo con El Diario que Matteo fue clave en la génesis de esta propuesta: “Él ya había elegido que quería ser científico, lo había manifestado, y por su vocación empezamos con este proyecto de ciencia ciudadana y le pusimos su nombre. Hoy es un programa que sirve de soporte a investigaciones internacionales y que fue usado incluso por la agencia científica de Japón y el Proyecto Relámpago de Estados Unidos”.
Un legado que sigue vivo
A ocho años de su partida, el recuerdo de Matteo Ravagli Cáceres permanece vivo en cada estación instalada, en cada dato registrado y en cada estudiante que se acerca a la ciencia gracias al proyecto que lleva su nombre.
“Lo recordamos con profundo cariño y reafirmamos nuestro compromiso de mantener viva su huella”, expresaron desde la organización.