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«No la vieron»: la reacción de los bancos y los crudos chats sobre las medidas para frenar el dólar

«¿Se les está escapando el dólar?». La inquietud asomó este martes en un chat de whatsapp entre dos gerentes de bancos. Minutos antes, el equipo de Luis Caputo había admitido que comenzó a vender dólares (dentro de las bandas) para «aportar liquidez», un eufemismo que en la city fue leído con crudeza: «no sale como querían, van a poner los dólares que hagan falta para llegar a octubre».

La intervención con guiño del Fondo Monetario dejó al desnudo el pragmatismo del ministro de Economía, y se sumó a la batería de medidas de las últimas semanas para evitar que el dólar supere los $ 1.400 cuando faltan cinco días para las elecciones bonaerenses del domingo. «Blanquearon algo que ya venían haciendo, supongo también con la intención de dar una señal al mercado y de esa forma tener que vender menos«, dijeron en una entidad privada.

Las mesas de dinero siguen con atención los movimientos de Caputo y calculan que el Banco Central vendió este martes por orden del Tesoro un «piso» de US$ 100 millones. Posiblemente, una de las municiones más gruesas de las últimas dos semanas. Desde el 11 de agosto, 1816 detectó ventas por US$ 32 millones, US$ 24 millones, US$ 50 millones y US$ 27 millones, lo que junto a otras sin identificar sumaron US$ 354 millones.

La interrupción «temporal» del esquema de flotación fue recibido con poco entusiasmo: el dólar minorista cedió levemente a $ 1.375 -el promedio de mercado se mantuvo arriba, en $1.380-, los bonos argentinos en Wall Street se desplomaron entre 2 y 3%, y el Merval acumuló una pérdida del 32% en el año. El aumento de las reservas en más de US$ 700 millones obedeció al típico movimiento de encajes de principio de mes.

«No fue buena la reacción del mercado», reconocieron en una de las principales sociedades de Bolsa locales. «No sé si les preocupa tanto el riesgo país porque el votante mira el precio del dólar, por eso tratan de domarlo, creo que es el único objetivo al menos hasta el lunes», señaló otro agente del mercado, mientras un avezado operador de Nueva York consideró que «defender una banda mal puesta es una ridiculez».

Todos al dólar

El sistema financiero sigue en alerta por la dolarización creciente. Desde la salida del cepo en abril hasta julio, la compra venta de billetes y divisas del sector privado no financiero sumó US$ 14.700 millones. Y para fin de año, creen que podría tocar los US$ 28.000 millones, aunque aseguran que no necesariamente implicaría una pérdida de dólares porque podría compensarse con un probable cambio de esquema.

De todas maneras, el clima que se respira en la city parece menos contemplativo que hace unas semanas. «Te quedaste sin oferta del agro, el sector externo está tenso, no vieron la dolarización de portafolio«, dijeron en un banco extranjero, en referencia a la formación de activos externos. De esos dólares, que son los que compran las personas y las empresas, solo el 20% quedó en los depósitos de los bancos.

En bancos internacionales juran que Javier Milei fue el cerebro detrás del «volantazo dogmático» que eliminó las LEFI en julio, subió encajes y restringió al sector la compra de dólares, a contra mano de las desregulaciones de Federico Sturzenegger. Algunos hablan incluso de otro «28D», por el día que le intervinieron el poder al extitular del BCRA con el fin de las metas de inflación. Otros creen que la venta de dólares es una nueva «señal de debilidad».

En el gobierno de Mauricio Macri, el Banco Central trabajaba con metas de inflación que el Ejecutivo decidió abandonar el 28 de diciembre (28D) de 2017.

El consenso es que el techo de la banda tiene fecha de vencimiento: de acá hasta octubre, esperan más dureza monetaria, con tasas altas y dólar contenido, y después, una «recalibración». Esto es que el Gobierno deje correr el dólar «más arriba» para bajar tasas, acumular reservas y pagar deuda. Si bien varios bancos se cubrieron con futuros, el nuevo ajuste los beneficiaría. Los últimos balances fueron malos para casi todos.

Saben igualmente que los pronósticos están atados con alambre y dependen de lo que ocurra el domingo en el bastión de Cristina Kirchner. Para algunos, un buen resultado de La Libertad Avanza es lo único que puede calmar la carrera contra el dólar. Las sospechas de corrupción que salpican a Karina Milei fueron como el gancho sorpresivo de «Locomotora» Castro a John Jack Jackson en 1994. «Siguen grogy», se sinceran.

Según un informe del Banco Galicia, un mal resultado puede llevar al mercado a anticipar un «desenlace desfavorable» para LLA en octubre, lo que pondría en jaque no solo la nueva flexibilización laboral y baja impositiva prometida a los CEO, sino cuestiones más mundanas como tener un Presupuesto, algo que el Gobierno desestimó para poder ejecutar un ajuste fiscal discrecional.

Milei pasó del «vamos a arrasar» a recordar que «en el ballotage (de 2023) la clave era perder en PBA por menos de 16 puntos». La pregunta es si esa será la vara que el mercado utilizará para evaluar la contienda bonaerense. En la city creen que una derrota del oficialismo por menos de dos puntos sería un buen número, entre dos y cinco puntos sería razonable, y una diferencia de más de cinco sería un «cisne negro».

NE

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