El agua de la canilla es una de las fuentes más accesibles y comunes para hidratarnos, pero en algunos casos puede presentar sabores extraños que indican que no está en condiciones óptimas para el consumo. Aunque a veces parezca algo menor, notar un sabor raro puede ser una alerta de contaminación o problemas en la red de suministro.
¿Qué sabor es señal de alerta?
Si percibís un sabor metálico, a tierra, a cloro intenso o a humedad, es recomendable no consumirla hasta confirmar que está segura. Cada uno de estos sabores puede indicar problemas diferentes, como:
Sabor metálico: suele asociarse a la presencia de metales pesados como hierro, cobre o incluso plomo, que pueden filtrarse por cañerías viejas o dañadas.
Sabor a tierra o moho: puede ser producto de contaminación microbiológica, bacterias o algas presentes en el sistema de agua.
Sabor fuerte a cloro: aunque el cloro se usa para desinfectar, un exceso puede generar mal sabor y ser irritante para la mucosa.
¿Por qué no deberías tomar agua así?
Consumir agua con sabores alterados puede generar desde molestias leves como náuseas y dolor de estómago hasta problemas más serios por exposición prolongada a contaminantes químicos o biológicos. En especial, niños, embarazadas y personas con enfermedades crónicas deben tener especial cuidado.
¿Cómo saber si el agua está en buen estado?
- Consultá con la empresa suministradora o el municipio para conocer el estado del agua.
- Usá filtros certificados que eliminen partículas y contaminantes.
- Herví el agua antes de consumirla si sospechás contaminación microbiológica.
- Prestá atención a cambios repentinos de sabor, olor o color.
- Hacé análisis periódicos si usás pozos o sistemas propios de captación.
¿Qué hacer si el agua tiene sabor raro?
- No la consumas hasta asegurarte de su calidad.
- Reportá el problema a la empresa de agua local.
- Usá agua embotellada o filtrada mientras tanto.
En resumen:
Aunque el agua de la canilla suele ser segura, un sabor extraño es una señal que no debes ignorar. La salud es primero: si notás algo raro, tomá precauciones y verificá la calidad del agua antes de consumirla.