El Departamento de Defensa de Estados Unidos (DOD, por sus siglas en inglés) coopera con el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) para otorgar apoyo al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) en determinados asuntos relacionadas con las deportaciones.
El 17 de junio pasado, el Comando Norte de EE.UU. emitió una declaración oficial para anunciar que 200 marines viajarían a Florida para reforzar el trabajo administrativo y logístico de la agencia federal. Otros lugares de apoyo son Luisiana y Texas.
Esta medida respondió a una solicitud del DHS del 9 de mayo pasado, por la que el DOD decidió enviar 700 efectivos de la Guardia Nacional y de la Reserva de apoyo a misiones del ICE. Cabe destacar que las funciones de estos oficiales no son relativas a lo policial y que tienen prohibido de forma estricta el contacto directo con personas bajo custodia de los agentes migratorios.
El apoyo de los efectivos se enmarca en los esfuerzos del presidente de ese país, Donald Trump, para cumplir con las deportaciones que prometió antes de regresar a la Casa Blanca en enero pasado. El mandatario republicano ordenó redadas de migrantes en todo EE.UU. para identificar a extranjeros que no tengan estatus legal en el territorio norteamericano.
En mayo pasado, el DHS incrementó el objetivo diario de detenciones por parte de los agentes del ICE, que oscilaba un promedio de entre 1200 y 1500, a 3000. En el mismo sentido, la agencia federal implementó tácticas nuevas para interceptar a migrantes de forma inesperada.
El ICE coopera con otras agencias federales, como el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI, por sus siglas en inglés) o la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés).
Los agentes migratorios tienen el objetivo de identificar a extranjeros sin autorización en Estados Unidos, principalmente que presenten antecedentes penales o representen una amenaza para la seguridad pública y nacional, según advirtió la administración estadounidense.
Pero un informe reciente de The Washington Post reveló que más del 50% de las personas arrestadas no poseen historial criminal. En base a la información recolectada del Proyecto de Datos de Deportación, el análisis indicó que los agentes federales realizaron un promedio de 1000 detenciones diarias desde fines de mayo.
El ICE registró alrededor de 273 mil detenciones y casi 239 mil deportaciones en lo que va de 2025, aunque estos datos podrían incluir los correspondientes también a los operativos de la CBP. Actualmente, se encuentran unos 56.000 migrantes bajo custodia de las autoridades en los centros, de los cuales se estima que cerca del 60% no posee antecedentes penales.
Estas cifras contrastarían con las declaraciones de la administración Trump acerca de los objetivos primordiales de los oficiales, de capturar a los individuos que supongan un peligro para la comunidad.