Con la llegada del invierno y el descenso de las temperaturas, muchas plantas pueden sufrir daños por heladas. Este fenómeno, que ocurre cuando la temperatura ambiente baja de los 0°C y se forma escarcha, puede afectar seriamente el desarrollo y la salud de tus plantas, especialmente si son especies sensibles al frío. Por eso, es fundamental tomar precauciones para cuidarlas durante esta estación. A continuación, te compartimos algunos consejos útiles y fáciles de aplicar para proteger tus plantas de la helada y mantenerlas sanas hasta la primavera.
1. Trasladá tus plantas a un lugar resguardado
Las plantas en maceta tienen la ventaja de poder moverse. Si tenés ejemplares sensibles al frío, como plantas tropicales, aromáticas o cítricos jóvenes, lo ideal es trasladarlas a un sitio protegido: un invernadero, un garaje con buena luz natural o incluso el interior de la casa, cerca de una ventana. Evitá colocarlas cerca de fuentes de calor como estufas o radiadores, ya que los cambios bruscos de temperatura también pueden perjudicarlas.
2. Cubrí las plantas con telas o plásticos
Para aquellas plantas que no podés mover, una buena alternativa es cubrirlas. Utilizá telas antiheladas, mantas viejas, arpillera o incluso plástico, pero asegurate de que el material permita cierta ventilación para evitar la acumulación de humedad. Es recomendable colocarlo al atardecer y retirarlo por la mañana para que las plantas puedan recibir luz solar y aire fresco durante el día.
3. Regá antes de que llegue la helada (pero con cuidado)
Un suelo húmedo retiene mejor el calor que uno seco, por eso se aconseja regar las plantas unas horas antes de una noche con pronóstico de heladas. Sin embargo, el exceso de agua puede ser contraproducente: si el agua se estanca y se congela, puede dañar seriamente las raíces. Asegurate de que el drenaje sea bueno y evitá regar durante las mañanas heladas.
4. Protegé del viento frío
El viento potencia el efecto de las bajas temperaturas y puede secar hojas o deshidratar a la planta. Para protegerlas, creá barreras cortavientos utilizando mallas, cañas, cañas de bambú, plásticos o cercos naturales con arbustos o setos. Si están en macetas, ubicá las plantas cerca de muros o estructuras que ofrezcan resguardo.
5. Aplicá una capa de mulch en la base
Cubrir el suelo con una capa de mulch o acolchado orgánico (como paja, hojas secas, corteza de pino o compost) ayuda a conservar el calor en la tierra y a proteger las raíces del frío extremo. Además, esta técnica retiene la humedad del suelo, evita la erosión y aporta nutrientes a medida que se descompone.
Recomendaciones extra
Evitá podar en pleno invierno: La poda estimula el crecimiento, y los nuevos brotes son más vulnerables al frío.
Revisá el pronóstico del tiempo: Anticiparse a las noches de helada te permitirá actuar con tiempo.
No fertilices en exceso: En invierno, las plantas están en reposo vegetativo. Un exceso de fertilizante puede ser contraproducente.
Cuidar tus plantas en invierno no tiene por qué ser complicado. Con medidas simples y algo de planificación, podés ayudarlas a superar el frío y llegar saludables a la primavera.