Con el nivel de empleo en su punto más bajo de los últimos dos años, la industria argentina atraviesa uno de sus peores momentos y se enfrenta a una serie de desafíos difíciles de resolver en el corto y mediano plazo.
Datos, lamentablemente, sobran. El reciente Monitor de Desempeño Industrial (MDI), elaborado por la Unión Industrial Argentina (UIA), refleja que: durante abril el 41,3% de las empresas informó una baja en su nivel de ventas; el 20,1% realizó despidos; y entre las exportadoras el 31,1% redujo sus envíos al exterior y el 11,4% directamente dejó de despachar más allá de nuestras fronteras. ¿Los motivos? Problemas vinculados a la competitividad y costos (57,8%) y factores cambiarios (31,3%).
A ese panorama no le es ajeno el sector metalúrgico. Según el informe mensual de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA), si bien el sector acumula en 2025 un crecimiento interanual del 3,3%, está un 11,7% por debajo del promedio de 2023 y, lo que es peor, un 14,5% respecto a su pico máximo histórico.
Para el presidente de esa entidad, Elio del Re, “el uso de la capacidad instalada es apenas del 46%” y reveló que están observando “números que preocupan, con una importación arriba del 4% mensual y en el orden del 50% si la comparación es anual, lo que claramente afecta el trabajo argentino”, señaló.
Dulce espera
El descontento con el presente del sector es aún mayor entre los empleados, que la están pasando peor. De hecho, desde la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) están al aguardo de que el Gobierno finalmente homologue el acuerdo salarial que se alcanzó con las cámaras del sector: Adimra, Afarte, Caiama, Fedehogar y AFAC.
Ese acuerdo, firmado el 4 de este mes entre privados –gremios y empresarios-, está sobre algún despacho de la Secretaría de Trabajo, dependiente del Ministerio de Capital Humano, al aguardo de que se convalide lo resuelto entre las partes.
Esto es, para el período abril 2025–marzo 2026 una suba acumulada del 7,8%, que entre remunerativos y no remunerativos asciende al 11,2% sobre los valores de marzo de este año.
Según la ley vigente, una paritaria debe ser homologada en un plazo de hasta 30 días hábiles desde su solicitud. Si vencido ese plazo no se emite una resolución expresa (de aprobación o rechazo), el acuerdo se considera homologado en forma tácita.
De no ser así, se avecinan tiempos de protesta por parte de los afiliados a la UOM de todo el país.
En la tensa espera de esa resolución, Rubén Urbano, secretario general de la UOM Seccional Córdoba, advirtió que “Luego de casi cuatro meses de negociaciones, estamos a la espera de oficializar una mejora salarial para nuestros compañeros y compañeras. Las instancias incluyeron una revisión del acuerdo conforme a la evolución del IPC (Indice de Precios al Consumidor) y la pretensión del Gobierno de que ningún acuerdo salarial supere el 1%. En realidad, eso expone su aspiración de una paritaria cero. A pesar de ello, logramos el acuerdo con los empleadores”.
Más cierres
Así como en Córdoba hizo ruido el anuncio del cierre de la planta de Nissan, previsto para fin de año con la consiguiente desvinculación de cerca de 600 empleados en los próximos meses, algo similar ocurrió estos días en Tucumán, tras conocerse que la automotriz sueca Scania suspendió la producción de cajas de cambio, ejes y otros componentes en la planta ubicada en la localidad de Colombres.
Para tomar dimensión del impacto que tendrá esa medida, sólo lo vendido por Scania representa el 15% de las exportaciones de esa provincia.
¿Los motivos? “La coyuntura internacional que derivó en una disminución temporal en la demanda», según el comunicado de la empresa. Sin embargo, el “costo argentino”, encarecido sobremanera en el último año y medio, es lo que termina bajándole la persiana a las exportaciones de manufacturas.
Muestro de ello es lo que ocurrió el miércoles pasado en Brasil, donde Nissan presentó el nuevo Kicks, el SUV que se fabrica en la planta de Resende, a 160 kilómetros de Río de Janeiro, con la promesa de que llegará para venderse en la Argentina antes de fin de año.
Mientras tanto, los metalúrgicos en la Argentina han perdido 15 mil puestos de trabajo en el último año y medio: “Es una situación preocupante, no estamos viendo la luz al final del túnel”, dice, casi que resignado, Elio del Re, de Adimra.
¿Y el futuro? “Dependerá de las medidas que se implementen. De lo contrario, la pérdida del empleo va a ser muy alta”, concluyó.